Y no, no tiene que ver con la Semana Santa, pues los orígenes de las Torrijas se remontan muchos años antes de la relación de este dulce con el cuerpo de Cristo…¿Es pensar en ellas y empezar a salivar? Te proponemos 7 lugares donde saciar tu deseo de buenas torrijas en Barcelona.
La primera vez que encontramos la receta de las Torrijas fue en el recetario latín “De re coquinaria” que data alrededor de los s. IV-V y está atribuido al ya sibarita romano, Marco Gavio Apicio(s. I d.C).
No fue hasta muchos años después que las Torrijas empezaron a popularizarse en sectores bastantes concretos. ¿Te acuerdas de la frase “somos lo que comemos”? Pues algo parecido ocurría con las sociedades del s.XVI, las mismas que empezaron a utilizar este postre para alimentar a las mujeres que acababan de dar a luz. La razón principal de esta asociación era que se creía que una mayor cantidad de leche de vaca ayudaría a estimular la secreción de la leche en el momento de amamantar a los recién nacidos.
Ahora bien, ¿cómo llega la definición de las Torrijas a volverse tan espiritual? Pues como todo en esta vida, por las leyes que rige el mercado. Con el tiempo, los alimentos que protagonizan las Torrijas se fueron volviendo más asequibles, tanto que dejaron de asociarse a ocasiones especiales para volverse un fondo de armario durante los momentos de apretarse el cinturón, o lo que vistieran. En resumidas cuentas, estos dulces abandonaron la cresta de la ola para formar parte de los nuevos starter pack de la abstinencia que, entre otros, exige la semana santa, hasta el día de hoy.
Casa Amàlia
Con el chef Antonio Salguero al mando de los fogones, en el barrio de l’Eixample se encuentra Casa Amàlia. Este es uno de esos sitios que se cobijan bajo el mantra de “una apuesta segura”, y su Torrija no es menos. Lejos de encontrarnos este dulce en su versión más clásica, Casa Amalia no duda en arriesgarse y otorgarle su sello personal apostando por el brioche ecológico de Éric y Benjamin junto con un baño de chocolate blanco que eleva la Torrija a otro nivel. Esta brutal combinación la encontrarás acompañada por un delicioso helado de Cardamomo.
La Xarxa
La Xarxa forma parte de los restaurantes pertenecientes al famoso Grupo Varela, un emblema de la gastronomía barcelonesa. Situado en la Plaça Molina, en pleno corazón de Sant Gervasi, este restaurante nos ofrece una buenísima opción para comer Torrijas todo el año. ¡Y qué Torrijas! Acompañadas por una generosa bola de helado de vainilla, y coronadas con una suculenta crema catalana, la propuesta de la Xarxa, y con el permiso de los maestros torrijeros de cada casa, es la perfecta encarnación de lo que se espera de una señora Torrija. Un postre que Carlos Allue siempre borda, ¡no dejes de probarla!
La Mundana
En este templo gastronómico de Sants, y a diferencia de otros restaurantes, a la Torrija de La Mundana ni siquiera se le puede llamar Torrija. ¡Pero eh!, que no lo decimos nosotros, pues ellos mismos han bautizado su propia creación como Torrichucho, fruto de la simbiosis de dos de los postres más famosos: El pan y la forma de la Torrija, rellena de la crema de vainilla propia del Chucho. Sin duda, una vez probado este mash up repostero, nosotros ya no entendemos la Torrija sin su Chucho.
Piel de Gallina
Tal y como insinúa su nombre, Piel de Gallina es un delivery que, desde 2020, ofrecen lo que ellos catalogan como pollo gourmet. Y con razón. No obstante, entre tanta pluma, encontramos lo que andamos buscando: La torrija. Matizamos: su Torrija, porque es única y porque no hemos probado ninguna igual. Sobre un pan de brioche tostado cubierto en mantequilla, a esta Torrija le añaden mermelada casera de piña y fresa, y culmina con una capa de mascarpone gratinado y pedacitos de frambuesa y menta fresca. ¿Estás salivando? No te culpamos.
Mas Salagros
Y por último, esta torrija implica desplazarse 25 kilómetros de Barcelona pero vale la pena: en Vallromanes se encuentra Mas Salagros, un ecoresort en plena serralada Litoral que desde sus inicios ha apostado por uno de sus principales valores: es 100% ecológico. Y sí, eso incluye también a sus Torrijas. Estas las podemos encontrar en las sugerencias fuera de carta del restaurante Cibus, uno de los muchos que alberga el hotel. En este caso, nos topamos con una propuesta de Torrijas clásicas acompañadas de helado de coco, uno de esos platos al que no le hacen falta florituras, pues el producto habla por sí solo.
Gresca
En Gresca, el restaurante de Rafa Peña en Barcelona, la torrija se ha convertido en un imprescindible. Preparada con pan empapado en nata, huevo y azúcar durante toda la noche, se fríe en mantequilla y se sirve con chocolate negro. El resultado: una textura cremosa por dentro, dorada por fuera y un equilibrio perfecto entre dulzura e intensidad.
¿Te ha entrado un hambre irrefrenable de comer algo exquisito antes de estas torrijas? Échale un vistazo a nuestro TOP Pizzas Barcelona.
