El verano ya está en su meridiano y sigue ofreciendo un horizonte de planes gastronómicos y de ocio que promete. Si tu destino es La Costa Brava y buscas gozar de la buena cocina que se disfruta en la costa o en su interior, éste es el post que estabas esperando. ¿Qué te parece dar buena cuenta de un txuletón de vaca madurada de un kilo (al Josper) en Lloret de Mar, comer un buen arroz en un chiringuito en La Fosca de Palamós, una langosta al estilo de Formentera en Llafranc o un menú degustación en medio del paisaje de Fonteta? ¡Te contamos dónde!
LA FÀBRICA DE GEL
Éste es un clásico que nunca pasa de moda: La Fàbrica del Gel, en la zona más antigua de Palamós, ya lleva 30 años dando de buen comer a palamosinos y visitantes. El secreto está en la pasión que en todo este tiempo lleva ofreciendo la familia Ribot, ahora con Joana Palacios al frente. Esta familia, ya propietaria de la antigua fábrica de hielo que antes albergó el edificio (el mar de hace decenios, como curiosidad, llegaba casi a sus pies) recuperó en la década de los 90 la memoria del abuelo Ribot, que fue cocinero del Ritz, abriendo el restaurante. Con Josep Mª Ribot al frente de la cocina, y su esposa Joana liderando la sala, pronto se granjearon el cariño y respeto con una fiel clientela que valora su excepcional servicio de sala, la calidad del pescado que llega a diario de la subasta del pescado y los platillos de siempre, con regularidad y fiabilidad. Su tartar de gamba, riquísimo pero pregunta siempre a Joana por si hay algo fuera de carta y quizás puedas disfrutar de un riquísimo calamar de potera a la plancha o unos pulpitos salteados con panceta y habitas.
SIMPSON
Simpson es un clásico en toda regla, con Félix Mozo en la sala y Maribel Palet en la cocina. Este matrimonio ha llevado su particular cocina desde su origen, en Torre Valentina (Sant Antoni de Calonge) a Llafranc y a Platja d’Aro, recalando en 2018 en su actual ubicación: el Hotel Mas Ses Vinyes. El nombre, cuenta la leyenda urbana, viene del parecido físico de Félix al personaje pero seguramente tendrá que ver con la irreverencia de Félix y Maribel. No esperes cocina mediterránea, ni de autor, ni tradicional catalana… porque tiene un poco de todo. ¿Lo importante? De su extensa carta se pueden ensalzar la mayoría de sus platos: desde unos simples y deliciosos garbanzos con huevo estrellado, escalivada y anchoas a un ceviche de mero, pulpo y gambas. Producto y producto, sin olvidar una cuidada selección de vinos en su bodega para satisfacer a los clientes que disfrutan descorchando vinos y espumosos de alto nivel (adquisitivo).
THE FACTORY
En Lloret de Mar el escenario de masificación y turismo alpargatero se empieza a desdibujar. Principalmente por la renovación de los establecimientos hosteleros, que se dirigen a un público más cualitativo, como el del Hotel L’Azure (antes Casino Royale). Un cuatro estrellas que esconde en su interior una joya que pueden disfrutar clientes alojados y el público general: The Factory, su restaurante gastronómico.
Está liderado por la chef Judit Vico y un equipo de mujeres en cocina y sala, con una propuesta arraigada en el producto de la zona: huerta, mar y montaña… y la brasa del Josper para darle nueva vida. Pescado de lonja, cortes de carnes premium y verduras: cocina de esencia y de respeto al producto, un lujo para el paladar por unos 40€/pax. En el elenco figura el pescado de lonja con verduritas asadas de proximidad, o un txuletón de vaca madurada con pimientos del piquillo. Aunque si buscas platos más refrescantes, el Lobster roll de langosta con mayonesa de chipotle será un acierto. Pregunta por los fuera de carta, allí es donde esta cocina más brilla.
MAS GENERÓS
El pueblo de Fonteta figurará en el mapa gastronómico de la Costa Brava además de por su afamado recuit de drap, por la interesantísima propuesta gastronómica que firma Iu Cirici en Mas Generós.
Mas Generós es un pequeño hotel rural con una de las intervenciones arquitectónicas y de interiorismo más brillantes que recordamos en tiempo. El lugar es mágico, no sólo por su emplazamiento en Fonteta. Ya sólo el huerto y el jardín de plantas aromáticas es un sueño… precisamente de allí se provee Iu Cirici (bulliniano de gran trayectoria) para su propuesta gastronómica: un menú degustación único conformado por aperitivos, 4 platos y postre. Producto de temporada, de proximidad y elaboraciones sencillas y sabrosas que van rotando en este menú. ¿Lo mejor? Su precio, 40€/pax, bebidas aparte: un menú de relación calidad-precio sorprendente que se puede acompañar de una corta carta de buenos vinos con referencias nacionales e internacionales. Se cena en el jardín, con una cuidada iluminación íntima
HOSTAL LA LLAGOSTA
Hostal La Llagosta está celebrando 75 años de historia vinculada a Llafranc, que empieza en 1946 cuando la familia Pla, pescadores oriundos de Calella de Palafrugell, abre un hostal en el antiguo armador y salino de anchoas de su propiedad. En 1955, junto al boom turístico, entra en escena quien actualmente sigue al mando, Maria Rosa Tarragó. Por sus ojos (y servicio) han pasado tanto generaciones de familias veraneantes como famosos de la talla de Kubala, Xavier Cugat o la pareja hollywoodense Eddie Fisher y Liz Taylor.
Desconocemos si ellos probaron la razón por la cual nos trasladamos hasta allí: la langosta al estilo de Formentera, con patatas fritas y huevo frito que sirven bajo reserva previa de más de 48h. Buena prueba de que en esta casa se trabaja con pescado fresco es que no tenían langosta porque no se las habían servido, así que disfrutamos de este plato con bogavante. Previo a este festín, unas tallarines bien aliñadas, para ir abriendo boca.
CAN PUJOL
En la playa de La Fosca, en Palamós, se encuentra el chiringuito Can Pujol, parada obligatoria por tres razones: las vistas casi a pie de arena, su arroz y la amabilidad de su familia propietaria. Manel Yesares y su hijo Alex son la cuarta y quinta generación (respectivamente) de los Pujol, la familia que erigió este chiringuito-restaurante en 1939. El aire bohemio se respira en este restaurante de amplia terraza cuyo plato estrella es un medio secreto: cap roig a la llama de romero con fideos a banda. Sólo lo elaboran bajo reserva previa y cuentan que además, esos fideos son tan suculentos que muchos regresan para probar esa exquisitez de nuevo… sin éxito, porque sólo se sirve en ese plato.
Otro hit son sus arroces y especialmente interesante es el arroz marinero con gamba y erizo de mar. Sirven entrantes clásicos de chiringuito, entre los cuales no faltan unas estupendas bravas que repetimos, de lo crujientes y sabrosas que estaban.
Recorrer el territorio de la Costa Brava para sentarse a la mesa es un proceder que se lleva haciendo desde décadas, así que si con estas tres recomendaciones no tienes suficiente, te aconsejamos visitar la cocina de Freddy Thépin en Toc de Sol (Castell d’Aro), el célebre estrellado Els Tinars (Castell d’Aro) o los siempre impecables Tragamar y Ultramar. ¡Buen provecho!