Nos sentamos a charlar con Jeff Bell, uno de los motores de Please Don’t Tell (también conocido como PDT), la coctelería más hype de Nueva York que acaba de desembarcar en el Banker’s del Mandarin Oriental, en nuestra ciudad, de la mano de World Class. Entre taxidermia, sillones orejeros y mucha elegancia, nos desgrana uno a uno los secretos del éxito de sus Pop Up a lo largo del mundo entero. Paris, Tokyo, Hong Kong, Melbourne y durante el mes de septiembre, Barcelona, se han rendido sin contemplaciones a los pies de estos magos de la coctelera.
Jeff Bell se convirtió en 2013 en el ganador del Diageo World Class en Estados Unidos. Él, y su equipo, huelen a ganadores: asegura que él se presentó poniendo toda la carne en el asador para alzarse con el triunfo, pero con la seguridad que PDT era un concepto sólido, con reconocimiento y, lo más importante, clientela asidua. ¿El secreto de este éxito? Buenos cócteles, una atención exquisita y una atmósfera única, en la que se recrea la elegancia de los clubs masculinos de Nueva York. El hecho de que debas acceder al establecimiento a través de una cabina de teléfonos británica añade morbo al asunto, así como la necesidad de reservar y estar en la lista para poder entrar. Pero lo que realmente nos parece brillante, es que en PDT se sirvan hot dogs. Huyendo de lo snob, Jeff aclara que “decidimos maridar hotdogs con cócteles premium porque muchos de los sabores que se encuentran en los cócteles son complejos y a veces los clientes pueden sentirse acomplejados por no conocer o reconocer los ingredientes que lleva. La contraposición con el hotdog les hace sentir más cómodos, relajados, porque es un plato más sencillo y común: queremos que la experiencia sea cómoda para nuestros clientes, que no deban preguntar constantemente qué lleva el cóctel o qué lleva la comida”.
Brillante. Y en esta sencilla asociación ellos arman la experiencia que traen a las ciudades que les acogen: en Barcelona, los hot dogs los firman estrellas de nuestra gastronomía condal como Joan Roca, Albert Adrià, Carme Ruscalleda o Gastón Acurio. Le preguntamos a Jeff cuál es su preferido, pero él esquiva con mucha diplomacia y los recomienda todos, pasando a relatarnos que “cada hot dog es diferente y excelente pero lo más curioso del tema, ¡es que en Barcelona estamos sirviendo la misma cantidad de cócteles que de hotdogs! En NY, los hotdogs sólo representan el 10% de las ventas”.
“Queremos que la experiencia sea cómoda para nuestros clientes, que no deban preguntar constantemente qué lleva el cóctel o qué lleva la comida”
Pero amigos, los cócteles que ellos personalizan en cada Pop Up hacen fiel justicia a estas delicias gastronómicas. Cada creación ha sido fruto de un estudiado homenaje a la gastronomía, cultura y sabores de España: en sus brebajes fantásticos descubriréis sabores en sus mezclas con vino de La Rioja, txacolí, cava, tónica, sidra… o infusionados de membrillo o de pimiento asado. No, no se han olvidado de la ginebra. De hecho casi podríamos considerarlo un licor patrio porque, según nos explica Jeff, se consume en España más ginebra que en Estados Unidos, ¡y eso que su país dobla por siete los habitantes que aquí vivimos! El tequila, el bourbon o el ron tienen también su cóctel, pero no esperéis encontrar sangría o ingredientes obvios: si algo detestan los chicos de PDT es ser predecibles.
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Dejamos a Jeff Bell preparándose para empezar otra noche agitando y removiendo junto a su equipo. De martes a sábado, toda su atención está puesta en servir estos deliciosos cócteles desde las 19:30 hasta las 02:00h., y conseguir que esta aventura barcelonesa funcione fina. Domingo y lunes, conocerá las calles de nuestra ciudad haciendo jogging, descubrirá nuestros secretos foodies y seguramente regresará al Dry Martini, al Boadas o al Bobby Gin para recrearse en sus cócteles. Es un hombre curioso, vital, que absorbe todo lo que le rodea para que, a su regreso a Nueva York, lo vivido en estas Pop Up enriquezca su querido PDT… y le de pistas de cuál será el próximo destino de esta coctelería itinerante premium.