En un entorno donde para comer en Barcelona te encuentras con una miríada de restaurantes de tapas y hay tanta oferta que hace que decidir donde comer en Barcelona sea tarea árdua…¿es o no es un éxito que lugares emblemáticos como Casa Varela cumplan diez años?
¿QUÉ DEFINE ESTE RESTAURANTE DE TAPAS?
Diez años jóvenes, diez años de platos que han encumbrado a Casa Varela como uno de los restaurantes de Barcelona donde mejores macarrones se come (gloriosos, con pluma ibérica), o donde un tartar de atún (con guacamole y kikos) te sorprendre como si fuera tu primera vez, o donde siempre encuentras platillos fuera de carta que acompañados de un buen vino, te alegran la noche. En definitiva, Casa Varela es la casa de muchos. Empezó siendo la de Manuel Varela y Maite Gago primero, y de José Manuel Varela (su hijo y actual propietario) después. Una pequeña saga que a base de años y de buen hacer en su manera de entender la restauración se han adueñado de muchos estómagos de la zona alta de Barcelona (y de otros barrios, en peregrinaje): esta familia oriunda de Orense llegó a Barcelona en 1969 para labrarse un porvenir y propició el tejer momentos para sus clientes.
¿QUÉ COMER EN CASA VARELA?
Una clientela fiel que ha participado de forma activa en la celebración de estos diez años: en redes sociales o desde el mismo restaurante, han sido los propios clientes quienes han votado los platos que mejor representan la esencia de Casa Varela. ¿El resultado? una carta especial de diez platos, uno por año, que puede disfrutarse hasta finales de mayo. Un vademecum de la cocina informal y sabrosa pero “sin líos” del restaurante: no faltan las alitas de pollo confitadas y deshuesadas con salsa kimchi, el arroz de butifarra con trompetas de la muerte, el steak tartar de rubia gallega, las croquetas de txoco ni el dulce final de los buñuelos de chocolate. Ésta es la esencia de esta cocina de siempre, disfrutona y disfrutada en una sala que parece el comedor de una casa bulliciosa, siempre alegre.
Será, quizás, porque entre esas cuatro paredes fluye la energía de esa familia desde hace cerca de 35 años ininterrumpidos: en el número 4 de la Plaça Molina, los Varela han ofrecido desde 1985 una carta basada en el buen producto y el cocinado sabroso, con gran vocación de servicio y excelencia. Primero se llamó La Xarxa, y regentado por el matrimonio Varela fue un referente en el barrio con un restaurante marisquería conocido por la calidad de su producto y la atención en sus mesas. En 2009, José Varela tomó las riendas del negocio y redefinió ese espíritu de la familia con Casa Varela, un formato más informal que rápidamente cuajó en el barrio (y en la escena barcelonesa) por democratizar su oferta sin perder un ápice de la calidad en el servicio y en el producto que habían trabajado sus antecesores. Como homenaje a esa piedra angular, muchos clientes han votado para que regrese, aunque fugazmente, el mítico bacalao con garbanzos y col blanca cuya receta ya lo petaba en 1969.
Con diversos momentos de consumo, gracias a una cocina ininterrumpida, la experiencia en Casa Varela siempre es diferente. Sea para picar, o para vivir un auténtico homenaje gastronómico, Casa Varela nunca defrauda: atención refinada, platos pensados y solventes, una carta de vinos eficiente y versátil y una experiencia redonda. Aquella que se recuerda y recomienda porque hace que el cliente se sienta auténticamente a gusto.
José Manuel Varela, además de tener casta, entiende profundamente el carácter del cliente de Barcelona. Antes de ponerse al frente de Casa Varela, lo estuvo de las cocinas del mítico Casa Nicolasa en San Sebastián, allá por 1992, y presenció en su primer día de trabajo en Akelarre el momento en que se comunicaba a Pedro Subijana que perdía su segunda estrella. Lo que vio y vivió le marcó para siempre, y fijó su mirada en una cocina todoterreno que hiciera gozar, repetir y recomendar. Sin brillos ni ecos de Michelin, pero con constancia y con mucha transparencia. Actualmente, el Grupo Varela cuenta con cuatro establecimientos: Casa Varela, Bodega La Puntual (en el Born), La Xarxa (a escasos metros del Casa Varela) y L’Estupendu, un arrocería que lame la arena de la playa de Badalona centro. Y todos y cada uno de estos locales respiran la filosofía Varela.
¿TE APETECE UNA COPA DE VINO EN CASA VARELA?
Es hasta tal punto un savoir faire que en los restaurantes del grupo se hace difícil disociar sus conceptos gastronómicos del cómo entiende una comida su fundador, donde nunca va a faltar un buen vino. Por ello, en Casa Varela su carta se basa en percepciones sensoriales para ayudar al cliente a escoger qué tipo de vino le apetece para su experiencia: blancos ligeros, afrutados o maduros, o bien tintos ligeros, afrutados, potentes y maduros. Y de muchos precios, de manera que se puede escoger de entre las 55 referencias con una excelente relación calidad-precio.
[pie]Mirlo Blanco y Protos[/pie]
¿UN PLAN PERFECTO PARA COMER EN SARRIÀ?
La carta del Varela, con un tique medio de 30€ por persona, es absolutamente democrática, de manera que hay entrantes y platos que encajan por precio o por gusto a diferentes bolsillos. Una concepción de comida desenfadada, o casual fine dining, que tiene su sustento en trabajar con producto de temporada de calidad y mantener en carta platos solventes donde todo el mundo disfruta. Es tan versátil que permite que todo aquel que llega al restaurante pueda tener una experiencia casi tailor made, con la confianza de genera su regularidad en todos los aspectos: Varela nunca falla. ¡Y que así sea por (al menos) diez años más!