Después de rendirnos a la cocina japonesa, los platos especiados de India o los sabores exóticos del Sudeste Asiático, llega el turno de otra cocina que hace cruzar el charco a nuestras papilas. Eso sí, esta vez en otra dirección. Tomando Barcelona como punto de partida, nos dirigimos a Venezuela, el país latinoamericano que, después de Perú, viene sacando pecho con una gastronomía la mar de interesante. Dejando los saltos en el mapamundi a un lado, os recomendamos que marquéis estas 3 direcciones barceloninas para descubrir la comida venezolana con platos tan sugerentes como el Vuelve a la vida o volver a ser conquistados por otros que han abanderado esta cocina, como las arepas o los tequeños. Visca Venezuela!
Caña de Azúcar
No te dejes engañar por el nombre de este restaurante, lejos de ser empalagoso, este lugar esconde la historia de superación de Adnaloy Osío, su chef. En tributo a su familia, esta venezolana ha erigido un templo a sus recuerdos culinarios. Por ello, además de hacer un viaje al país latinoamericano a través de sus platos, este es un billete directo a la memoria gustativa de la chef. Los tequeños y las cachapitas son los estandartes de su cocina que, al igual que la criolla, se basa en el maíz y el mestizaje. Toda la emoción, en calle Montaner.
Medio o Pinto
El barrio de Sant Gervasi acoge este restaurante con alma venezolana y mirada local. Cuando lo visitamos, el matrimonio formado por Christian Lamprea y Carolina Marín nos hizo un recorrido por la gastronomía criolla, pero con un toque especial. Allí los platos típicos se fusionan con productos locales y con toques creativos. Este aspecto es uno de los puntos más interesantes del lugar, ya que en su país de origen no existen los productos de temporada como tal y así aprovechan todas las posibilidades de los mismos desde la fascinación.
Allí puedes degustar el plato Vuelve a la vida, mencionado anteriormente, que consiste en un salpicón de mariscos con limón, vino blanco, wakame, cilantro y tomate. Su curioso nombre proviene de la creencia popular de que los mariscos tienen propiedades afrodisíacas, capaces de estimular la líbido 😉
El Tarantín
Paola Di Meo y Miguel Portillo están al frente de este restaurante cuyo lema es ‘serious Caribbean cuisine’. Venidos desde Maracaibo, a esta pareja no les gusta definir su cocina como venezolana, ya que esta bebe de todas las influencias del Caribe. Así, han convertido este acogedor local de la calle Aribau en un chiringuito callejero típico de esa zona del globo.
En él habita una carta corta y cambiante, con tapas y platos principales sabrosones como bolas de yuca rellenas de jerk chicken o pulpo en tempura con puré de yuca, cúrcuma y picadillo de papaya. Una oportunidad auténtica para conocer las recetas de una de los lugares más idílicos del mundo, El Caribe.