La historia del Roscón de Reyes es antiquísima, tanto que se remonta a la Antigua Roma y sus protagonistas era los esclavos: durante las Saturnales, o Fiesta de los Esclavos, que se enclavaba en diciembre, se empezó a elaborar un dulce en forma de rosca donde se añadían dátiles, higos y miel, que indicaba prosperidad, pues esta celebración ponía punto final al duro trabajo en el campo y se celebraba que llegaría un nuevo período de luz. Los esclavos recibían esas tarta redonda como premio por el árduo trabajo realizado. Alrededor del s.III se introduce la variante de la haba seca y la tradición para el esclavo a quien le tocaba, de librar del trabajo durante las Saturnales y ser nombrado “rey de reyes”.
En el siglo IV, con la expansión del cristianismo, esta práctica cayó en desuso excepto en Francia con una leve modificación: los protagonistas pasaban a ser los niños, y al que le tocaba la haba, se le agasajaba con regalos. Luis XV introdujo esta tradición en su corte, modificándola con la inclusión, además, de una moneda. De aquí la aprende Felipe V y la introduce en el s.XVIII en su corte en España, convirtiéndose en una fiesta popular que, a su vez, ponía punto final a los festejos navideños. Es en el s.XIX cuando la tradición sufre otro ajuste y la presenta tal cual se conoce hoy en día: el haba pasa a ser un elemento negativo y a quien le toca le corresponde pagar el roscón y la moneda, que más tarde se transformaría en la figurita de un rey mago, que conlleva el honor de ser coronado/a como rey o reina.
Pastisseria Carrió
Tras la Pastisseria Carrió se encuentran dos hermanos, Oriol y Anna Carrió, que recogen el legado que su abuelo, panadero, ya insufló en el ADN de esta familia, siendo la tercera generación que endulza las vidas de su fiel clientela de barrio y de otras ubicaciones, que se desplaza hasta el barrio de Gràcia para disfrutar de sus dulces creaciones.
El roscón estrella de Pastisseria Carrió, el de pistacho y frambuesa se elabora con un brioche de larga fermentación, de ahí su esponjosidad y digestibilidad. El relleno, la crema de pistachos, es todo un lujo de sabor y autenticidad: la elaboran en el obrador, con pistachos nacionales que ellos tuestan y después convierten tanto en crema como en praliné. Por ello, esta crema de pistachos es saludable y sabrosa, asegurándose que esa crema no lleva azúcares ni grasas añadidas innecesarias. El toque está en el contrapunto ácido que aporta la mermelada de frambuesa, también elaborada en el obrador. Se vende en un único formato por 47€, del que pueden disfrutar hasta 7 comensales y es imprescindible hacer el pedido con antelación.
La Dramerie
Seguro que conocéis la dulce aventura (o drama) de Sofia Janer y Víctor Gonzalo, dos chefs que tras su paso por Masterchef han dirigido esfuerzos conjuntos hacia La Dramerie, una tienda obrador en Sarrià que abrió hace un año escaso y ya nos ha dado dulces drama por doquier. Su Roscón de Reyes tiene tres sabores de locura pero un componente común, la masa de brioche de larga fermentación elaborada con mantequilla de Normandía y clementina confitadas incorporadas a la masa. En cuanto a los sabores, a los hits del año pasado de chantilly de vainilla de Madagascar y el de pistacho siciliano se le suma el de avellana ecológica de Reus, tostada a la leña, con avellana del Piamonte.
Importante encargar lo antes posible cualquiera de los tres sabores (40€ el de chantilly de vainilla, 45€ los de pistacho y avellana) porque sólo se elaboran bajo encargo. Tienes hasta el 5 de enero para reservar el tuyo aquí y recoger los días 5 o 6 de 10 a 13:30h en su obrador en c/Cornet i Mas, 53.
L’Atelier
Si algo define a l’Atelier es que siempre van un paso más allá, aplicando la creatividad a la técnica y al concepto. Este año, precisamente, ha visto premiada esta visión, reconociendo al Roscottone Gold (47€) como el Mejor Roscón Creativo: una fusión de roscón y panettone con sabores de caramelo con láminas de oro, coronando el conjunto. O si te apetece, en esta ocasión, puedes probar la versión francesa, la Galette des Rois (35,75€), elaborada con masa de hojaldre de manzana caramelizada. Dos opciones disfrutonas para degustar este postre típico (que no tópico). ¡Recuerda reservar con antelación! Y que ya tienes a tu disposición dos puntos de venta: al que ya conoces, de Viladomat 140, se le suma otro en Sarrià, en Doctor Fleming 16.
Mervier Canal
Mervier Canal no puede faltar en esta selección: ¡ya son 50 años endulzando (con el justo aporte de azúcar) la vida de los barceloneses! Con Lluis Canal y Marc Muñoz al frente, apuestan por la tradición bien ejecutada con dos roscones clásicos: mazapán con fruta confitada y nata con almendra y azúcar perlado. El gran acierto de esta casa es pensar en diferentes tamaños, así es posible coger las dos versiones y tener un festín completo: proponen medidas para 4, 6 y 8 comensales, y el precio es de 29€, 42€ o 58€ si escoges el de mazapán o de 35€, 45€ o 60€ si eliges llevarte el de nata, almendra y azúcar perlado. Recuerda: reserva ya (tienes hasta el 3 de enero) y recoge en sus tiendas físicas (Muntaner 566 y Calvet 15) entre el día 5 y 6.
Funky Bakers
Funky Bakers siempre sorprende: si los roscones tradicionales no son lo tuyo, han creado una Corona de Fiestas muy especial. Un crossover entre el tradicional babka de chocolate (dulce en el que Funky Bakers es especialista) y el pastel danés, pero con un twist que la convierte en la estrella de la colección: está decorada con oro y avellanas caramelizadas. Es, así, una espectacular versión de un postre preparado en fiestas familiares en el este de Europa, cuyo nombre, ‘babka’, significa literalmente ‘abuela’. Una corona que más que de reyes magos, es royal, por solo 23€.