Ingredientes para 2 personas:
- 2 patatas medianas monalisa
- 3 huevos de Calaf
- 15gr. cebolla blanca o cebolla tierna
- Aceite de oliva
- Sal al gusto
Preparación:
Pelar las patatas, freírlas en abundante aceite de oliva y reservar. A continuación, cortar la cebolla bien fina y freír a fuego lento para que se confite. Reservar.
Batir los huevos en un cuenco y cuando estén bien batidos, añadir la patata, la cebolla, y salpimentar a gusto. Echar un chorrito de aceite de oliva en la sartén y cuando esté bien caliente, verter lo batido. Al cabo de 2 y 3 minutos le damos la vuelta con el plato, colocamos en la sartén y tras 2 o 3 minutos más ya está lista para servir y disfrutar.
Trucos:
Cada fuego en casa tiene su intríngulis: gas, vitrocerámica, inducción… El truco que nos explican en Bodega La Puntual os será muy útil: tras darle la vuelta y haber pasado los 2 o 3 minutos que nos indica en la receta, tocad la tortilla. Si al tacto está blanda, que se hunde, es que está hecha pero con textura líquida: retiradla para que no se os pase del punto que os gusta. Si por el contrario, preferís una tortilla más cuajada, retirar del fuego cuando al tacto esté dura, compacta.
Un truco que pocos cuentan (y nosotros no conocíamos) es que para impedir que la tortilla se quede pegada al plato en cuanto quieres darle la vuelta es imprescindible antes humedecerlo. De esta manera no sólo evitamos que se enganche sino que la tortilla se deslizará de regreso a la tortilla sin perder la forma.
Aunque suene a oblivedad, la materia prima es importante e incide en el gusto: optar siempre por buenos huevos, como los de Calaf que usan en Bodega La Puntual, y en cuanto a las patatas, las monalisa por su cualidad dulzona.
Recordad que es importante realizar la mezcla de los ingredientes en crudo en el bol, porque una vez lo echéis en la sartén no se puede remover. Máximo pegar un par de meneos con la sartén.
Y por último: si queréis disfrutar de una tortilla jugosa, es importante comérsela en cuanto sale del fuego porque si os esperáis mucho o la dejáis reposar, el calor residual continuará haciendo cocción y perderéis la jugosidad que habéis buscado al hacerla.