El término snack proviene del inglés y significa alimento ligero que se consume entre comidas. Nosotros lo entendemos como antojo, aquello con lo que palias la gula, lo que acompaña a la cervecita de media tarde, el sólido entre café y café… Vaya, lo que acaba siendo saltarse la dieta por todo lo alto, algo que se nos da muy bien. Para todos aquellos amantes de semejante “barbaridad”, digna de volver loco a cualquier dietista, tenemos algunos lugares en los que disfrutar comiendo fuera de horas. Atentos que ahí van:
La Bikineria
Un sándwich puede ser tan sencillo y a la vez tan complejo… Cuántas tardes nos ha esperado a la salida del colegio, en el break del trabajo y en las noches sin ganas de cocinar. Joan Gurguí se ha propuesto sofisticar este bocadillo ligero con la apertura de la Bikineria, un local en el que encontrarás una pequeña barra y seis taburetes en los que disfrutar de sus magníficas creaciones.
El concepto es básico: se sirve de una buena plancha y grandes ingredientes, pues parte de la magia está en la sencillez. En la carta se contemplan los bikinis clásicos como el de jamón dulce o el Balear con sobrasada, queso de Mahón, piñones, miel y hierbas de la abuela. También los hay con un toque creativo como el Art i Gust cuyos ingredientes son: prochetta, capriolo trufado, trufa y rúcula.
Furnos
Seguramente no es una de las cocinas con las que más estamos familiarizados, pero os podemos asegurar, que es sorprendente. Furnos, una pastelería y panadería griega situada en el barrio de Poble Nou, se ha convertido en uno de nuestros must cuando el hambre asalta. Spiros, el propietario, se encarga personalmente de hacer cada mañana todas las pitas de hojaldre y pastas dulces tal como su abuela le enseñó: con tiempo, mimo y productos de calidad.
Sus top ventas son: la pita Creta, rellena de tomate, olivas, queso feta, pimiento, cebolla y especias, y la de espinacas con queso feta. Nosotros, que somos unos apasionados del dulce, nos morimos por la pita rellena con crema de leche infusionada con vainilla y canela espolvoreada por encima, toda una perdición. Algo que nos gustaría destacar de este local es que tienen productos importados directamente de Grecia. Si queréis probar productos originales tienen yogur, praliné con sésamo y cacao y algunos dulces típicos del país.
Bellako
Camuflado en un local de estética industrial y decorado con un estilo que huye de los típicos restaurantes de kebabs sórdidos y descuidados se encuentra Bellako. Se trata de uno de los primeros restaurantes en Barcelona que eleva el plato turco como algo gourmet. El secreto está en los productos de calidad, la preparación al momento y un emplatado digno de cualquier Instagram.
Como es habitual en los restaurantes de kebab, su carta se basa en las carnes: pollo de l’Empordà, cerdo ibérico de la Sierra de Huelva y la ternera black angus. Nosotros nos decantamos por la Bellako con canónigos, tomate, secreto ibérico fileteado, bacon a la parrilla, queso manchego, huevo frito, cebolla frita, salsa Piri Piri y salsa Bellako. Si eres de aquellos indecisos ya te avisamos que te va a costar apostar por un sólo kebab, así que te recomendamos ir abriendo boca con el hummus. Seguro que despejará todas tus dudas.
Ahora ya sabéis a qué locales recurrir cuando el hambre acecha, algo que a nosotros nos ocurre constantemente… ¿será algo inherente a la pasión por la gastronomía? Nosotros aún nos lo preguntamos.
