Hace escasos meses que Little Andaman ha abierto, con brisa marinera del sur de la India y platos inéditos nunca antes probados en la ciudad. Un lugar cuya oferta gastronómica se acompaña de un interiorismo fresco y elegante y de un buenísimo equipo de sala que suma en convertir la visita en todo un éxito. Detrás encontramos al Grupo Bembi, pioneros en romper estereotipos con el primer restaurante que abrieron, el Bembi.
¿QUÉ DEFINE A LITTLE ANDAMAN?
Que descubramos platos nuevos no debería sorprendernos. La geografía de India es vastísima e incluye múltiples variables regionales en cuanto a gastronomía se refiere. Sabíamos que (a grandes trazos) el norte es más especiado y que en el sur gustan de especias más suaves y bases más ligeras. Pero lo que no sabíamos es que la riqueza agropecuaria del sur de la India (y concretamente del archipiélago de Andaman y Nicobar donde se encuentra la pequeña isla Little Andaman) se entremezcla con las herencias de antiguos colonizadores. Por ejemplo, de Goa llega un platazo, el cordero sorpotel, la adaptación de un estofado típico portugués acompañado de un pan autóctono denominado pan de Goa y del próximo Vietnam, la costumbre de servir en hojas de plátano que tanto intervienen como base de cocción, plato (como soporte) e incluso servilleta.
En definitiva, no esperábamos tanto. Little Andaman rompe esquemas con una carta valiente que invita a viajar con el paladar y un interiorismo excepcional: colores pastel entremezclados en muebles de madera, tapices, textil, iluminación y gráfica moderna. Sumamente acogedor, trasladando al comensal con sutileza al chiringuito playero de Little Andaman que se dibuja en nuestra imaginación.
Su carta es una interesante selección de platos marineros de contraste, ligeros y saludables, en los que el producto fresco (especialmente el pescado) es protagonista y no se asienta tanto en las especias como nos podíamos imaginar. Una propuesta gastronómica singular que pivota entre el buen pescado y marisco, el arroz y el coco. A partir de ahí, el placer se incrementa plato tras plato.
¿QUÉ COMER EN LITTLE ANDAMAN?
La carta, que firma el chef ejecutivo del grupo, Anand Singh Negi, contempla muchas opciones vegetarianas y veganas, como es tradición en una zona que comparte con el resto de la India el respeto sagrado a la vaca pero observa también la prohibición de consumir cerdo debido a la profesión de la religión musulmana. En cuanto a proteína, cordero, pescado y marisco. Sin ser una carta muy exhaustiva, es una carta muy completa: contempla 12 aperitivos (que se pueden compartir) y 14 propuestas de platos, además de acompañamientos que nunca deben faltar en un restaurante indio: el arroz, los Naan, el Yellow Tadka Dal o el Tadka Dal a los que se suma un pan relleno inédito, el Kulcha (un pan similar al naan con masa fermentada y relleno).
Empezamos con un aperitivo que por humor, presentación y sabor, es un caballo ganador. Le llaman la versión india de los nachos: papadam de garbanzos y de lentejas para mojar en raita y tres chutneys (de mango y semillas de cebolla, de tamarindo y plátano, y de leche de coco, cilantro y menta) con topping de pico de gallo. Un formato divertido ideal para abrir boca. Seguimos con un wrap de cordero mechado con salsa de yogur, chutney y acompañamiento de ensalada de generosa ración. A continuación, nos deleitamos con el kulcha relleno de butter chicken, el pan relleno especialidad de la casa que ya os anunciábamos. Templado, recién servido (porque está cocinado al momento) es un bocado muy agradable pero lo hemos utilizado como pan a lo largo de toda la comida y ha estado igualmente fantástico.
Nos adentramos en los platos principales con el salteado de verduras con coco, zanahoria, judías y coco servido sobre una crêpe de arroz en forma de cuenco. Nos cuenta Guillem Mas, el fantástico jefe de sala del restaurante, cómo se comería de forma tradicional: rompiendo la crêpe en una pequeña porción para usar ese trozo para capturar el salteado y comerlo todo directamente con la mano. ¡Este plato merece que regresemos para comernos una ración entera de esta manera! A continuación recibimos los carabineros al vapor con ajo al estilo Little Andaman con cilantro y cebolleta, un platazo intenso y suculento, a la par que ligero porque los carabineros impregnados de esta salsa quedan potenciados, no anulados. Nos impresiona la merluza cocinada al vapor en hoja de plátano con tamarindo y azúcar de caña. De verdad: la cocción, nos sigue contando Mas, es muy complicada y debe ser precisa. El resultado es un pescado aromatizado de perfecta cocción y jugosidad.
En un sin parar de hits, Mas nos presenta la cazuelita de marisco y coco con lubina, almejas, calamares y carabineros, con un primer impacto visual a curry. Al probarlo se aprecia de nuevo la marca de la casa: especiados suaves y aromáticos, respetando el producto de calidad. El caldo es para finiquitarlo a cucharada limpia. Pero la traca viene con el cordero sorpotel con pan de Goa Poi, el último plato salado del festín. Sabor intenso, textura contundente, un guiso en toda regla que se deja acompañar por el pan de Goa. Cerramos con el Kerala Payasam, un postre creación de la casa inspirado en el arroz con leche, resultando un ligero acercamiento con leche de coco, bolitas de arroz, plátano, uva, manzana y frutos rojos, todo macerado en azúcar de caña.
Hay mucho a destacar de Little Andaman pero lo que importa es que la sensación global es muy positiva en un perfecto engranaje donde no sabes discernir si te han enamorado los platos, la atención de Guillem o lo cómodo y relajado que se está. Regresaremos no sólo por el salteado de verduras: también se nos ha quedado en el tintero probar los cócteles, otra apuesta fuerte de la casa para animarnos a disfrutar de los platillos con buenos combinados. Hay 12 para escoger, todos ellos creados por el equipo de mixólogos de la casa para llevar la brisa, el frescor, y el easygoing de los platillos a otro nivel, ofreciendo clásicos como el Margarita, el Mojito o el Old Fashioned con un twist exótico que, seguramente, es muy acertado.
El precio medio es imbatible, sobre los 30€ por persona, y atienden todos los mediodías de 13 a 15:30h desde Muntaner 182. Para quienes busquéis restaurantes con terraza o con zona ventilada, disponen de una zona, justo en la entrada, donde hay ventilación porque está medio abierta. Algunos platos os los podréis llevar de take away pero antes consultad con Guillem o cualquier compañero en la sala porque de forma totalmente transparente os indicarán cuáles pueden y cuáles no. ¿La razón? Son platos que no viajan bien hasta casa, en los cuales la cocción se alarga en el trayecto y va a estropear el plato. Por ello mismo no hacen delivery.