Este restaurant français será tu primera opción si quieres estar a la última. Le Léopard no es una cocina ni una sala. Se trata de un espacio donde la elegancia se pone sexy y la creatividad se palpa y se huele las dos veces que entras: en el restaurante y en la concept store.
En breves os sentamos a nuestra mesa para contaros de cerca lo que vivimos, pero antes un poco de contexto social:
Padres de la cocina y fundadores de casi todos los conceptos, elementos, utensilios y técnicas que conocemos, utilizamos y dominamos en una cocina. Hablamos de los franceses, por supuesto. Ellos son los créateurs de este gran arte que conocemos como el del “buen comer” y durante muchos años, sus chefs la han proclamado como la única gran cocina noble del mundo. Su reinado acabó en pro de los sabores y misterios de medio mundo, pero jamás se fueron y de vez en cuando, aún vuelven a nuestras vidas.
Y cuando vuelven, nos surgen dos sentimientos: la melancolía por reencontrarnos con esos grandes platos de nuestro pasado y la ilusión por descubrir cómo ha evolucionado esa cocina maestra, mientras nosotros estábamos ocupados con el sushi, los ceviches, las burgers de autor, las arepas, las pizzas de verdad y tantas otras cosas que han irrumpido en nuestro imaginario a la hora de elegir un restaurante.
¿QUÉ DEFINE A LE LÉOPARD?
Llegamos y la fachada ya prometía aventura. Una terraza exterior y una interna situada tras las grandes puertas, donde se ve el impecable y dorado cartel con la estilosa pantera.
Las cruzamos ambas y nos colamos en el comedor principal. Belleza y estilo. Colores clásicos que asociamos al lujo pero interpretados con inteligencia para crear una atmósfera de diseño simple y elegante que no entiende de clasismo y que busca acoger.
Escogemos una mesa cerca de la ventana, pues las fotos piden luz natural. Es imposible dejar de contemplar los distintos detalles de mesas, sillas, techos… Finalmente, nos centramos en la carta y vamos a por el menú semanal que ofrecen a mediodía. Una fórmula de 22€ a modo de bistrot en la que escoges un entrante, un segundo y un postre de las 3 opciones que te ofrecen para cada uno.
Lo primero en aparecer fue el encargado y lo segundo un delicioso pan con mantequilla y unas aceitunas, todo ello en compañía de dos copas de vinos. El tinto lo firman Marc y Adrià, enólogos de Les Cousins, bodega del Priorat. El blanco, un Chardonnay de Pays d’Oc llamado Chateau Grézan. Buena compañía, sin duda.
¿QUÉ COMER EN LE LÉOPARD?
Nos decantamos por la Ensalada de mozzarella, higos y nueces y la Quiche de salmón y hierbas. La primera es una opción fresca y sabrosa y la segunda, más golosa y en su punto de melosidad, se convierte en el entrante preferido.
Los segundos son una muy tierna Onglet con chalotas en vino y milhojas de patata que nos sorprende por su sabor y profundidad y una Cassolette de rape con verduras de otoño en la que no falta ningún sabor por separado y que en conjunto se aprecia suave y rica.
Antes de pasar a los postres, os contaremos que la cocina está bajo la batuta del ruso Ilya Fattakhov pero que el proyecto responde al reconocido chef Romain Fornell, que ganó una estrella Michelin por su celebrado restaurante Caelis.
Los dulces y salados, pues nuestros postres tienen un poco de todo. Los Profiteroles con salsa de chocolate, al punto, sin resultar empalagosos y un plato de Queso Comté que nos encanta por su intensidad y equilibrio.
El café anuncia el final, pero tranquilos, que esto no se ha acabado. Ahora toca entrar en el mundo que se esconde detrás de Le Léopard y al que llaman Darial. Primero nos encontramos con una selecta librería con publicaciones de autor en las que Egoïste, Vogue y otros grandes magazines de culto no faltan.
Seguimos hasta la tienda de ropa, donde nos enamoramos al momento del espacio, los techos, las columnas y sobretodo, la atmósfera chic que allí se respira. Paula, la responsable de comunicación nos muestra cada rincón del vasto espacio que llega hasta la acera opuesta de la manzana.
Nos vamos con algo más que un nuevo restaurante en nuestra cabeza. Nos vamos con una experiencia que va más allá de la cocina y la sala. Volveremos. A comer y a buscar ediciones únicas con las que seducir a alguna persona querida.