Eroica Caffè es un espacio singular en pleno Eixample donde el ciclismo, la pasta y el café de especialidad tienen todo el protagonismo. Si a ello se le suma un local espacioso y con carácter, Eroica será el enclave para muchos momentos deliciosos.
¿QUÉ DEFINE A EROICA CAFFÈ?
Al frente de este proyecto, una pareja unida por el ciclismo y la buena comida: Miguel Santalices, responsable del referente Espaibici, que ha conseguido hacer de su pasión su profesión permitiéndole ver el mundo en clave de dos ruedas, y Graciela Nowestein, otro referente, pues ella es en buena parte la responsable de la introducción de la cultura de la pasta fresca en nuestra ciudad desde 2009 con workshops y asesorías a restaurantes gracias a los recordados Taller de Pasta.
Según nos cuenta Miguel, La Eroica es la cita anual de ciclismo clásico más importante para los aficionados a este deporte. De hecho, tanto la marca de estas bicicletas como la competición nacen en Gaiole in Chianti, un pequeño pueblo de la Toscana, a finales de los 90 fruto de la visión del médico del pueblo que añoraba una concepción de disfrute del ciclismo más allá del de la competición. Giancarlo Brocci acuñó una frase que resume esta filosofía de vida, que hace que la bicicleta sea un vehículo para cultivar el espíritu y mantener un buen tono físico: the beauty of fatigue and the thrill of conquest. O en otras palabras, recupera la nostalgia de aquellas bicicletas clásicas que tanto pisaban tierra como asfalto, y que además de usarse para hacer deporte, eran un medio de transporte que permitía ver la vida con otro ritmo. Disfrutar encima de la bici, no con el esfuerzo en la bici. De hecho, se organizan L’Eroica por todo el mundo y en la próxima cita anual en Gaiole se esperan ocho mil ciclistas vestidos con maillots clásicos y cerca de veinte mil visitantes para disfrutar tanto del ciclismo de época, como de la época en sí, con degustaciones de productos y vinos de la tierra.
Sabiendo estos datos, es fácil entender y dejarte llevar por este espíritu que ve en el esfuerzo la recompensa de la satisfacción por haber disfrutado del tiempo empleado en hacer algo, más allá de la competición. Porque todo en Eroica Caffè gira alrededor de la sociabilidad, el ritmo pausado y el disfrute consciente. Abogar por una filosofía slow en una ciudad bulliciosa, ruidosa y rápida como Barcelona sí es heroico (el juego de palabras era inevitable…) pero Gabriela y Miguel lo consiguen a golpe de coherencia: en este espacio quien ame el ciclismo clásico gozará con libros, memorabilia, accesorios, visionado en proyector de competiciones, bicicletas y demás, pero también aquellos a quienes les gusta tomarse un café con calma y trabajar. O un delicioso plato de pasta casero acompañado de una focaccia sabrosa.
¿QUÉ COMER EN EROICA CAFFÈ?
Eroica Caffè, como los cafés antiguos italianos que eran un centro social, está abierto desde mediodía hasta casi medianoche (excepto los domingos, que cierran) para bajar revoluciones y emplear el tiempo en aquello que le hace a uno feliz: si esa sonrisa la proporciona un helado artesanal de Delacrem, sorber un ristretto de café de especialidad (para más señas, de Animal), bajarse por el pescuezo una cerveza artesanal bien fresquita o hincarle el diente a un pastel casero… ¡Eroica Caffè es the place to be! Se puede picar algo a cualquier hora del día pero la pasta y la focaccia sólo se pueden pedir en horario de restaurante: desde las 12:30 a las 16h, y de 20 a 13h. Más detalles que enamoran: la masa de la pasta al huevo está elaborada con harina molida a la piedra (para que mantenga las propiedades nutricionales del grano), se elabora a diario y se proveen de pequeños productores. Todas las salsas son caseras también, otro de los aspectos que Graciela supervisa con mimo y cariño desde la espaciosa cocina. Será el afecto y la sonrisa que le pone, pero la pasta en Eroica Caffè es otro nivel, sabe a real y a mesa de casa acogedora servida para una comida familiar: imperdible el papardelle al ragú o los tagliatelle con tomates secos y pesto de almendras.
Cuatro opciones de pasta y otras cuatro de pasta rellena, dos de pasta fresca e incluso unos suculentos penne al pesto de salvia que son gluten free: esta carta en cuanto a opciones es variada y con recetas muy bien ejecutadas. Ahora bien, en Eroica Caffè hacen también muy buenas pizzas clásicas (masa propia, of course), tres versiones de focaccia que hacen salivar, ensaladas copiosas y entrantes de manual como el fritto siciliano o la berenjena a la parmesana, además de quesos y embutidos seleccionados.
La belleza de la simplicidad seguramente radica en no complicarse cuando lo que se hace, se hace bien. Y ésta es la sensación que invade a quien conoce Eroica Caffè por primera vez. Escribo estas líneas sorbiendo un café, en mi cuarta visita en un mes. Esto ya lo dice todo, ¿verdad?
Si estás en mood de buena comida italiana, no querrás perderte la Little Italy de nuestra ciudad, en este post.