Luca Izzo empezó a beber whisky, como muchos otros, porque era lo que bebía su padre. Algo especial debía encontrar en su copa de malta para que fuera su bebida habitual. Tal vez por ese recuerdo, cuando Izzo abrió su primer local en Barcelona, decidió ponerle nombre de cóctel de whisky. Al Old Fashioned, un clásico de la calle Santa Teresa en el barrio de Gràcia, se le ha unido recientemente Hemingway, la nueva coctelería de Izzo en el Eixample. Pese a tener estilos muy distintos, ambos locales tienen algo en común: el whisky.
Para celebrar este Día Mundial del Whisky, me acerco al Hemingway a hablar y saborear whiskies. Y también, por qué no, algún cóctel. Sentado en la barra del Hemingway, Izzo describe qué es el whisky para él. “Creo que el whisky es el destilado en el que más se nota el trabajo del hombre”, afirma. Tanto Izzo como yo coincidimos en que en la creación del whisky se unen tradición y pasión. Sobre todo pasión. El brillo en los ojos de un maestro destilador, la sonrisa del mezclador, el orgullo del operario. Crear un whisky es a la vez un honor y una aventura para todos aquellos que participan en el proceso. Y, si les preguntas a cualquiera de ellos, te dirán que no podrían estar más satisfechos con el resultado final.
“Creo que el whisky es el destilado en el que más se nota el trabajo del hombre” - Luca Izzo
Toda esa ilusión, todo el cariño que ponen en cada parte del proceso lo puedes sentir en cada trago de whisky. Eso le aporta a este espirituoso un matiz único, que hace que si te gusta acabes enamorándote de él. Izzo es un ejemplo de ello, por eso sus dos coctelerías están llenas de whiskies interesantes. Conoce en profundidad los whiskies americanos que encontrarás en Old Fashioned. Allí, el rey es el Rye (whisky de centeno), uno de los favoritos de Izzo y una tendencia al alza en todo el mundo. En Hemingway el centro principal es el whisky escocés, acompañado también por whiskies asiáticos (Japón, Taiwán). Destaca, entre algunos whiskies de edición limitada, la selección de whiskies blend (mezcla de grano y malta). El blend es, junto al whisky de grano, uno de los whiskies más infravalorados. Sin embargo, Izzo cree que el futuro está, precisamente en este tipo de whisky. Nos han enseñado que el blend es un whisky sencillo, sólo para la mezcla. Para Izzo, “es donde uno realmente descubre el arte de hacer whisky”.
Y toda esta pasión y este conocimiento se trasladan rápidamente a la carta de cócteles. Cócteles creados para que se puedan apreciar las notas del destilado principal, donde destacan las notas del whisky. De hecho, la carta del Hemingway esconde un reto: un cóctel de whisky para aquellos que piden un cóctel sin whisky. Izzo quiere mostrar con él que el whisky no tiene porqué ser aquello que se suele pensar.
Cambiar la perspectiva que se tiene del whisky es, precisamente, uno de los objetivos del Día Mundial del Whisky. Un whisky no tiene porqué ser fuerte o ahumado, o beberse solo en un sillón mirando a la chimenea. Atrévete y prueba algo distinto. Celebra este día con un blend o un rye, un whisky de Taiwán o de Suecia. Acércate al Hemingway y pídele al bartender un cóctel con whisky. No te arrepentirás.