El ramen, en Barcelona, tiene un lugar preeminente en nuestros corazones. Más allá de lo que sepamos o no de este plato japonés, seguramente influya en buena parte que en Cataluña hay tradición sopera y es precisamente una sopa, la sopa de galets, la que preside celebraciones navideñas. Escudella, sopa, sopa de cebolla, sopa de tomillo… Tienen en común un caldo como base, de mayor o menor consistencia: agua enriquecida a través de la cocción de ingredientes que le aportan nutrientes, sabor y colágeno. El complemento con fideos o pasta fina, trozos de carne y partes de la verdura depende de cada región y receta.
Takumi
Bajo esta premisa, el ramen es un plato que presenta muchas similitudes. Y ahora te vamos a sorprender: ¡su origen es chino! Siendo más concretos, una comida de monjes frugal y completa que, en un solo plato, obtenían el calor y la energía necesaria para realizar sus quehaceres. Mezcla de plato de aprovechamiento y de cocina popular, el ramen llega a Japón con la oleada de inmigración china que llegó el s.XIX y se populariza tras la Segunda Guerra Mundial. Con un país hundido y una economía devastada, con infraestructuras destruídas, la hambruna hizo acto de presencia y este plato consistente en agua, huesos, algo de verduras y fideos fue la tabla de salvación para familias e incipientes empresarios, que empezaron a preparar el ramen y venderlo por las calles.
El ramen que hoy en día conocemos es la receta de la abundancia, la que se extiende cuando en los años 60 el país empieza su recuperación económica e importa harina de trigo del gigante estadounidense. El fideo, más barato de producir, será el ingrediente estrella del ramen moderno, al cual se le suma un caldo más sustancioso, nutritivo y sabroso gracias a la inclusión en el caldo de mayor variedad de verduras, bambú y piezas de carne de cerdo o pollo. Los caldos, a su vez, se clasifican por el tare (o sabor base): shio (con base de sal, el más simple con caldo transparente, muy popular en Hokkaido), tonkotsu (con caldo de cerdo colagenoso, el hit en Fukuoka), shoyu (con base de salsa de soja, popular en la ciudad costera de Onomichi) y miso (con base de miso).
Contundente y con mucho sabor: éste es el ramen que podemos disfrutar en Barcelona y es justamente en Takumi donde podemos gozar una buena muestra de la variedad de caldos que son tremendamente populares en Japón (y ya, en el mundo). ¿Vienes a descubrir el increíble mundo del ramen con nosotros?
Si te gusta el sabor potente y el caldo lechoso, de ese que hace que los labios se peguen, tu caldo es el de tonkotsu y puedes disfrutarlo en los locales de Gran Via de les Corts Catalanes 704 y el el nuevo local en CC Westfield Glòries: se elabora con base de huesos de cerdo y se prepara hirviéndolo durante horas y horas, para que el colágeno se integre en el caldo y se obtenga un resultado emulsionado que es el responsable de este sabor tan denso y delicioso.
Si, por el contrario, prefieres sabores más suaves sin renunciar a la esencia de un buen ramen, entonces tus locales de referencia para disfrutar de un buen ramen serán los de Aragó 238, Balmes 59, Via Laietana 32 y Aribau 16. En ellos se ofrece el caldo tori, realizado con pollo y tiene una cocción larga para conseguir el sabor característico, sobretodo del paitan, el caldo resultante más espeso y sabroso. Al no tener tanto colágeno como el tonkotsu, el caldo tori chintan es un caldo tradicional más ligero, perfecto para quien no quiere renunciar al sabor pero prefiere que éste no sea tan intenso.
Y como de ramen no solo se vive, si a cualquiera de esos estupendos ramens les acompañas de especialidades, no te pierdas los yakisoba de Takumi Aribau o el tonkatsu (filete de cerdo empanado en panko y aderezado con salsas originales como la de ponzu o miso) de Takumi Aragó.
Desde su llegada a Barcelona, y gracias a las 22 especialidades de ramen con base tori o los 18 con base tonkotsu que se pueden disfrutar en sus locales, hemos aprendido sobre el ramen, sus matices y orígenes. Y no solo son unos ramens de calidad, tiene un precio ajustado que, en ningún caso, excede los 14€. Una comida popular que ya es tremendamente popular en Barcelona. Así que anímate a probar y no te olvides sorber ruidosamente el caldo. No, no es una falta de educación, es lo que los japoneses llaman como nodogoshi o el punto álgido de la experiencia del ramen: la sensación de la comida deslizándose por la garganta, cuando entra en la boca con el sorbo. ¡A disfrutar!