Oriente Medio y sus ricas culturas gastronómicas son para muchos una referencia exótica a un mundo ancestral (por ser cuna de la civilización y de las principales religiones existentes en la actualidad) o a un contexto de cuentos (Alí Babá y los 40 ladrones, Las Mil y una Noches..). Eso siendo simplistas. Así que nos hemos propuesto descubrir Oriente Medio a través de sus sabores y conocer quienes los cocinan. Vamos a conocer seis restaurantes de cocina del Middle East en Barcelona: Beryti Bistro, La Balabusta, Funky Bakers Eatery, Sumac and Mambo, Bistrot Levante y Sim Sim. ¿Vamos?
BERYTI BISTRÓ
Comer en Beryti Bistró es más que descubrir un auténtico restaurante de comida tradicional libanesa. Tiene una atmósfera cálida y única que transporta a un comedor de una casa. Los sabores, familiares porque son mediterráneos pero exóticos por sus combinaciones de especias, transportan a una cultura rica de contrastes, espiritualidad y vitalidad. Esperad encontrar comida casera, aquella que madres, tías y demás mujeres han transmitido a Pamela Siriani y a Cindy Nehme, sus propietarias. Y os aseguramos que ese amor que se imprime en la cocina doméstica, se come y se asimila en este bistró.
La historia de Cindy y Pamela es la de muchos extranjeros que han encontrado en Barcelona un hogar y han sentido que deben devolver con sus platos el cariño que han encontrado en nuestra ciudad. Llegaron como turistas y decidieron regresar para montar un restaurante. Tardaron dos años pero finalmente Beryti vio la luz, y con este bistró, Barcelona ha ganado un lugar donde descubrir la riqueza de la gastronomía libanesa. Amplia, honesta, casera y comfortable.
Impresionante la coliflor con tarator (Arnabit mé’lé), donde la cocción del vegetal y la salsa son la clave. Esa salsa es el vademécum del street food libanés, elaborada con base de tahini, ajo, sal y limón. Es interesante saber que la coliflor es la estrella de las comidas de los viernes, pues por tradición no se consume proteína: la coliflor, con esa salsa o un simple chorrito de limón, acompañado de un buen vaso de vino, es un hito. No menos deliciosos son el Fattoush (lechuga, berro, rábano, pepino, tomate, cebolla, pan libanés frito con salsa a base de vinagre y salsa de granadas), las Patatas con ajo y cilantro o la Cazuelita de Sujok, un plato soberbio de carne picada con especias libanesas y salsa de granadas. Su café presenta otra faceta de su cultura que vale la pena probar, no os hacemos spoiler.
Beryti Bistró
FUNKY BAKERS EATERY
Funky Bakers Eatery es una opción sabrosa y diferente para disfrutar de comida formato middle east, además de poder llevarte dulces preparados desde su obrador a la vista que están a la venta en su tienda deli contigua. Adéntrate en su particular universo disfrutón, empezando por sus desayunos y acabando con cócteles y un picoteo informal.
Seyma Ozkaya dirige este proyecto como ella está acostumbrada a hacer: siendo anfitriona y ofreciendo platillos deliciosos a modo de ofrenda cultural que retorna a la ciudad que la acogió junto a su familia hace 10 años. Procedente de Turquía, en su mochila vital metió platos, hábitos culinarios y momentos de consumo excepcionales que muestran el carácter de la gastronomía turca, una mezcla de culturas que ofrece un amplio abanico de tradiciones culinarias de muchas comunidades en un mix que aquí se nos antoja(aún) exótico y excitante. ¿Sabías que Turquía controló durante siglos la llamada Ruta de las Especias? Por ello, forman parte inherente de la cocina turca, predominando las especias aromáticas, así como los productos lácteos, la miel o los frutos secos como ingredientes definitorios.
¿Cómo adentrarte en su universo de sabores? Te proponemos dos platos: empezaremos por el trío de picoteo conformado por halloumi frito en sartén con orégano y miel, sucuk y pastrami flambeado con raki. El halloumi es un queso de cabra y oveja originario de Chipre, el sucuk se asemeja a un frankfurt en forma pero su relleno es de carne seca condimentada y el raki es un licor anisado muy popular en Turquía. Si tu curiosidad se ha despertado, el siguiente plato te parecerá todo un hallazgo: pan challah largo con tres mezzes (de tomates cherry carbonizados con picante, labneh frío con atún picante y baba ganoush con pistacho). El pan challah es un pan muy típico de la tradición judía que se consume en el Shabat, los sábados, el día de descanso de esta comunidad, y es esponjoso y levemente dulzón. Esta característica, sin duda, convierte el dipping en estos mezzes en todo un acierto. ¡A disfrutar!
LA BALABUSTA
Balabusta, cuyo significado en hebreo es “mujer que lleva su casa de forma práctica y energética” define a la perfección el carácter de la chef Ronin Stern y rinde sentido homenaje a la tradición hebrea y a los sabores de la infancia ejecutados por tantas y tantas mujeres que, en un entorno doméstico, han alimentado a prole y familia a base de amor, sabor e ingenio. En esas cocinas se han creado relaciones emocionales, se han formado personalidades y se han establecido recuerdos que reaparecen cuando esa comida regresa a sus paladares. Y la magia se obra cuando se prueban los platos de La Balabusta, porque a pesar de tener una herencia cultural que puede ser tan alejada, hace sentirse próximo al calor de esos hogares.
Compruébalo simplemente con dos platos: el kebab de merluza de pincho, tzatziki y chili, ligeramente especiado, dea buena mordida sabor redondo, muy agradable y con el shawarma de coliflor, tahini y melaza de granada, donde descubrirás una coliflor de textura increíble, fruto de las dos cocciones (vapor y horno). ¡Pon rumbo a Tel Aviv sin salir de Barcelona!
La Balabusta
FLYING MONKEY
Ronit Stern firma este proyecto, con lógicas similitudes a La Balabusta o Autorosellón, sus dos otros establecimientos. Desde Sant Gervasi, los platillos volantes de Stern y su equipo alegran el día con vinos naturales seleccionados y sabores absolutamente reconfortantes, desde primera hora de la mañana hasta que ha caído la noche y hay ganas de jarana. Cuando Flying Monkey abre las puertas, a las 9, el barrio se inunda con el olor de sus panes y pasteles recién horneados en su obrador, Oz Bakery, y para quien no se lo lleva a casa sino prefiere disfrutarlos in situ, se mezclan con el aroma del café recién molido y extraído. Son ruidos que más que ASMR, son una autopista de nuestro hipotálamo a nuestras papilas gustativas, anticipando el festín.
Tienen un menú del día que contiene joyas como las zanahorias con tahini y menta y el hummus con pimiento rojo escalivado y pan de pita. Nos perdonarás pero esas zanahorias (casi caramelizadas, tiernas, sabrosas) y ese humus (sedoso, equilibrado en especiado) están para ponerles un piso.
SUMAC AND MAMBO
Este proyecto nace de un viaje a Irán de su propietaria, la suecoiraní Pia Pishkoohani. De ese viaje a los orígenes de su cultura, Pia regresó con la idea de homenajear su tradición gastronómica. En la gestación intervienen sus padres (Behroz y Forough), que se ponen a cocinar junto al chef Xisco Fullana para transmitir esas recetas tradicionales, innovar y disfrutar durante el proceso. El resultado fue Sumac and Mambo, un mestizaje elegante, fruto de la combinación de la cultura de los Pishkoohani con el salseo y ambiente con flow caribeño de los chiringuitos de la playa del grupo.
Nos centraremos en su parte Sumac, y ésta muestra tres pilares: gastronomía actualizada del Oriente Medio, cerveza artesanal (con 15 tiradores que rotan cada 2 semanas) y el mambo, la diversión. El espacio Sumac es la gastronomía, con cocina abierta donde ver y disfrutar de la brasa, de observar cómo sale el pan hecho con masa madre del horno a leña, una experiencia gastronómica en toda regla.
Las especias como el sumac, el azafrán iraní (el 90% de la producción mundial se cultiva en Irán) o el berberis son todo un descubrimiento. En su cocina suman especias mediterráneas, que ofrecen sabores que conectan con nuestra memoria palatal (pensemos en el comino, la pimienta o la canela). La brasa está en el centro del discurso como elemento transformador de los ingredientes de calidad que en ella se cocinan. Destacan los langostinos con cous cous de brócoli, higos y cítricos, un platazo donde se advierte el suave matiz de la brasa y se integra muy bien con los demás ingredientes. Como el aguacate al carbón, delicioso en su simpleza, que se disfruta mejor acompañándose de un delicioso pan naan aunque la traca está en el kunafa, un postre de queso, miel de azahar y pasta kataifi con pistachos. Un postre típico de gran elegancia y texturas suaves gracias a la elasticidad del queso, pues este postre se sirve templado. Un lugar donde descubrir una cocina sabrosa, equilibrada y milenaria.
Sumac & Mambo
BISTROT LEVANTE
Bistrot Levante es ya un clásico. Cuando empieza el buen tiempo o el invierno nos regala rayos de sol que calientan, el cuerpo te pide un lugar acogedor, íntimo y con una terraza tranquila. También pide comer delicioso, lo sabemos, y es por ello que Bistrot Levante acude rápidamente a la mente. Lleva abierto 7 años y su ubicación, en el call jueu, ya indica que su cocina se mimetiza culturalmente con los habitantes de este barrio, siglos atrás. Aquí encontrarás cocina middle east cocinada con una delicadeza extrema, buscando el sabor, el emplatado y, punto a favor, los mejores orange wines para maridar la experiencia.
Partiendo de una premisa cultural que define a los países regados por el Mediterráneo, en Levante los platos son abundantes, pensados para compartir, con salsas suculentas y mezzes para acompañar de pan. Por ejemplo, de un buen challah o un kubanek (ambos de tradición israelí, asociados al Sabbath) o, porqué no, de pan pita. Los tres platos imprescindibles para entender su carta son el shakshuka (tomate, cebolla, yogur, huevos poché y cilantro), como un pisto pero especiado y levemente picante que levanta ánimos; hummus con kofta de cordero, una maravilla en la que el suave hummus sustenta las sabrosas albóndigas de cordero con una salsa reducida de su cocción que es muy típica en Oriente Medio y un riquísimo shawarma de cordero, cocinado con especias tostadas, jengibre, cardamomo y acompañado de una ensalada de pepino, tzatziki y pan pita.
Bistrot Levante
SIM SIM
En Sim Sim encontrarás una amalgama de culturas gastronómicas que, por pertenecer a Oriente Medio, tienen muchos puntos de conexión. Entre ellos, el principal: el acto social de la comida alrededor de un plato o una bandeja, comiendo con las manos o acompañándose de pan. La palabra mezzeh, parece ser que refiere a una pequeña porción de la comida que se compartía y que se dejaba en la puerta de quien no había podido asistir a la reunión. Curiosidades aparte, esos mezzeh y buena parte de los platillos que conforman una carta corta y solvente se sirven en bandeja o en bols, contando con que se compartirán.
Hay un de estos mezzeh que nos apasiona y en Sim Sim, nos hace tocar el cielo: el muhammara, una densa crema realiza a partir de pimientos rojos asados, nueces, piñones, melaza de granada y summak (o sumac). El sabor, umami y profundo, nos recuerda al placer de comerse un buen jamón ibérico de pata negra. Sabrosísimo es también la conocida como pizza turca, el lahmacun manoosha, una base de pan sobre la que se dispone carne de ternera picada y especiada con salsa de yogur. O otro plato imperdible, el musakhan de pollo donde este se presenta asado sobre una base de pan y cubierto por cebolla caramelizada, yogur, melaza de granada y sumac. Un tanto dulce, esto sí, pero ese dulzor es también Oriente Medio.
Sim Sim
Si después de bucear en la gastronomía del Oriente Medio sentís curiosidad por descubrir detalles de los platos de otras culturas, os divertirá nuestro post sobre Italia y sus deliciosos platos.
