Amantes de la gastronomía japonesa o curiosos que queréis descubrir platos tradicionales nipones inéditos, acercaros a Omu, en la parte alta de Gràcia, para degustar excelentes onigiris tradicionales, elaborados a diario.
¿QUÉ DEFINE A OMU?
Los restaurantes monográficos son muy interesantes, sobre todo si se especializan en platos de otras culturas. Es una excelente forma de conocer el producto y probar diversas recetas del mismo. Además, hablar con las personas que están luchando detrás del negocio es muy enriquecedor y una fuente inagotable de conocimiento. Así se siente uno en Omu, pioneros en ofrecer una extensa propuesta de onigiris en Barcelona.
Sus caras visibles son Marc Brunet y Katia Toran, dos jóvenes que no han llegado a este business por casualidad: a Katia la conoceréis por el restaurante japonés Ekubo y Marc proviene del sector comercial del vino. Precisamente en Ekubo se conocieron y como ha sucedido en otros ejemplos de emprendeduría gastronómica, la idea de crear una oferta de calidad basada en onigiris germinó durante el confinamiento de marzo del año pasado. Vieron la oportunidad en un pequeño local de Gràcia y decidieron lanzarse: ese sueño se materializó el pasado agosto.
¿QUÉ COMER EN OMU?
Marc y Katia han buscado ofrecer una selección de onigiris lo más fieles posible a las recetas tradicionales, pues Katia es una gran conocedora y amante tanto de la cultura como de la gastronomía de Japón. Se ha reflejado en una carta de unos 20 onigiri fijos, más algunos que aparecen en la oferta por criterio de estacionalidad, como el fantástico erizo de mar o vieira que tienen actualmente. Si os hablamos de criterios de estacionalidad, os imaginareis que dan suma importancia al producto… y así es: ventresca y lomo bluefin, salmón noruego y demás exquisiteces del mar servidas por Arrom, como punto de partida, rehuyendo trabajar con producto congelado. El arroz, Shinju Mai premium de grano corto. Y mucho foco en hacer todas las elaboraciones de base en casa, según mandan los cánones tradicionales, como la sopa de miso o los deliciosos encurtidos de nabo o zanahoria.
Marc y Katia lo tienen muy claro. Les interesa ofrecer onigiris que sean reconocibles para los amantes de la gastronomía japonesa y que constituyan una oportunidad para entender esos sabores característicos para quienes nunca hayan probado un onigiri. A sumar, es un producto saludable que es versátil, ofreciendo una gran variedad de sabores y combinaciones, además de ser práctico para transportar y consumir: ¡por ello el onigiri es el rey del take away en Japón!
Pero Omu es más que onigiris: nos cuentan que han implementado propuestas de sushi fresco con futomakis y nigiris elaborados casi al momento siguiendo recetas tradicionales, rehuyendo de cualquier matiz de fusión. E igualmente interesante es su menú de mediodía, que solo se puede disfrutar en la única mesa interior (o la exterior, si se prefiere) que disponen. Se compone de sopa miso o ensalada (a escoger) y kobachi como entrantes y según el principal que se escoja, tiene uno u otro precio: 2 onigiris (10€), hosomaki (8€), futomaki (12€) o sashimi con arroz (14€). La bebida está incluida (excepto la cerveza, que tiene un sobrecoste de 1€).
Probamos el menú de mediodía, escogiendo la sopa de miso (repetimos, caserisima) y la calabaza japonesa marinada, de textura y sabor muy equilibrada. En cuanto al principal, no dudamos en lanzarnos a por los onigiris, probando el aguacate kizami wasabi (ex-cep-cio-nal), el pollo teriyaki, el spicy tuna y furikake. La recomendación de Marc y Katia dio en el clavo. Nos llevamos el de salmón asado para probar en casa y fue todo un acierto.
Para las bebidas, Marc y Katia decidieron ofrecer una propuesta muy orgánica: cervezas tradicionales como Kirin o Asahi y artesanales, entre ellas una de arroz japonesa. Complementa la oferta una carta pequeña de sakes con una fuerte apuesta por la calidad con pureza de grano superior a la media como Fukumitsu Ya Junmai y Yamato Junmai Ginjo, sumándose a la misma sakes con una óptima relación calidad-precio que sea asequible para todos los bolsillos.
El ticket medio (15€/pax) es más que razonable y la experiencia recomendable. Tienen take away y delivery pero por favor, hacednos caso: vuestra primera incursión en el las variedades que tienen dentro y fuera de carta y os recomienden. A partir de entonces, cuando optéis por delivery tendréis la certeza de que disfrutaréis como nunca.
