Quien ha disfrutado de la cocina de Aürt y de Artur Martínez tiene una segunda propuesta más desenfadada al alcance de todos los bolsillos en MA’I, contiguo al restaurante gastronómico estrellado, en los bajos del Hotel Hilton Diagonal Mar. Tapas elegantes con coctelería clásica, un lujo para cualquier paladar.
MA’I, tapeo fino y elegante
Desde su apertura en 2019, MA’I convive en espacio con Aürt pero la distribución de la sala ya distingue el ambiente gastronómico del desenfadado MA’I, con mesas bajas, sillas y alguna zona de mesas de té con cómodos sillones. El interiorismo se articula alrededor de la gran mesa donde se ejecuta la coctelería clásica, epicentro de la atención y cuya actividad es visible desde cualquier ángulo. Un servicio desenfadado y más informal que complementa la oferta de tapas descontracturadas que elevan el producto de proximidad con absoluta elegancia. Tapeo clásico donde brilla el producto, nexo de unión con el discurso gastronómico de Martínez, buscando elevar los irreductibles como la anchoa del Cantábrico, las croquetas o la ensaladilla rusa al paladar más fino y exigente.
La coctelería que preside la zona central de MA’I provee de cócteles clásicos a Aürt y a MA’I. Ver cómo nos preparan un Aviation (ginebra, Marrasquino, zumo de limón, licor de violetas y una guinda) o un Negroni (Campari, ginebra y vermú rojo) es un ejercicio de hipnotismo muy complaciente. Coctelería, en definitiva, que nunca pasa de moda: la receta del Aviation, por ejemplo, tiene más de 100 años y se conoce una primera receta de 1916 ejecutada desde -cómo no- un hotel de New York. Disfrutamos de dos cócteles impecables viendo caer la tarde y nos preparamos para la parte sólida.
Si hablamos de coherencia, que el pan artesanal del pan con tomate sea de masa madre es imprescindible. Se acompaña de seis anchoas de Santoña en la ración y ciertamente, la excelencia del producto nunca pasa inadvertida cuando es real. Sigue un plato fresco, unos cogollos con picada y ralladura de lima y piñones y unas estupendísimas croquetas de pollo asado que se devoran en un bocado.
El hummus de alubias del ganxet con pan batbout nos parece una delicia absoluta: fino en textura, delicado en sabor. El pan batbout se moja y come con fruición, aunque no es necesario para rebañar un plato que nos sorprende. Los tomatitos con burrata conforman la nueva carta de enfoque veraniego y son, como dirían los mallorquines, mel. Más entusiasmo nos genera el ajoblanco de espárragos y atún: ajoblanco de traca, finísimo, con las texturas de los espárragos, el atún y unas láminas de almendras tostadas.
El final salado lo disfrutamos con un Canelón untuoso, sabroso, que encapsula producto, tradición y profesión. Un canelón tan bien ejecutado es todo un manjar, ¿Verdad?. El chef Ignacio Scianca, recientemente incorporado al proyecto MA’I, nos presenta dos de los postres de la carta, creados con la voluntad de buscar la esencia de la tradición en los postres, como sería la mousse de chocolate negro MA’I, clásica en formato mini tarta, sin olvidar técnicas, ingredientes y recetario dulce que se ha incorporado en nuestro lenguaje gastronómico en los últimos años, como el tapioca con leche de coco, canelle de helado de maracuyá, crujiente de tapioca con polvo de curry y brotes de cilantro. En unos postres hemos probado las dos caras de la moneda, y ambos nos han parecido impecables.
Mara Fanni, la sumiller de Aürt, se ha encargado de la selección de vinos para acompañar los bocados de MA’I: 5 referencias de blanco, 5 de tinto y, lo que nos emociona más, tres de vinos dulces, dos jerez y el Dolç Mataró de Alta Alella que nos apoasiona. En la carta, pues, también búsqueda de esencia. Al final, el trabajo de síntesi que implica buscar ese núcleo donde la simplicidad es descriptiva en suficiencia no es tarea fácil, y cuando esta selección está tan lograda, te hace sonreir con complicidad.
En definitiva, MA’I es una excelente opción, un reducto en la zona donde su ubica (Diagonal Mar), sin mucha propuesta que le haga sombra. Tiene también a favor diversos momentos de consumo, abierto todos los días. Las comidas se sirven de 12:30h a 15:30h, para dar paso después al momento de bar, de 15:30h a 19:30h y posteriormente a las cenas de 19:30h a 22:30h. Si te tira más el momento cóctel, el Cocktail Bar abre de 18:30h hasta la medianoche.
