Al guisante y a lo que conlleva: el inicio de la primavera. Bendita sea la espera si nos podemos marcar un homenaje con deliciosos platos en restaurantes como los que ahora os proponemos.
De entre todas las cosas buenas que ha dado la cuenca mediterránea, que a bote pronto podría contabilizar en unas mil quinientas y pico, está el guisante. Esta legumbre levanta pasiones allá donde va, no hay término medio: O le rindes pleitesía o lo detestas, o lo devoras como si fuera la última cosa del mundo o lo apartas cuando te lo encuentras en el plato. Entre los amantes de este garbanzo verde estaban los antiguos romanos, quienes lo llamaban ‘pisum sapidum’, que quiere decir “guisante sabroso”. Lo podrían haber llamado “guisante normal” o hasta “guisante ñe”, pero lo apodaron “el sabroso”. ¿Veis como despierta pasiones?
Y parece que esta pasión no es de anteayer porque se han encontrado restos fosilizados de guisantes en yacimientos arqueológicos del Próximo Oriente que datan de casi 10.000 años atrás. Nosotros deseamos que el guisante esté con nosotros durante muchos años pero mientras tanto, y para celebrar tanto tiempo de romance, hemos querido compartir con vosotros nuestra selección con los mejores platos con guisantes de Barcelona.
Bodega La Puntual
Somos muy fans de la Bodega La Puntual, este sitio que se convierte en un oasis en medio del ajetreado y bullicioso barrio del Born de Barcelona, donde el servicio es además de categoría. Aquí te comerás unos guisantes con papada ibérica y butifarra negra que pensarás que estás, de golpe, por encima de los mil metros con un frío que pela. Y hasta lo desearás. Si rematamos este manjar con una de las muchas referencias de vino, pues ya estaremos preparados para afrontar todo lo que nos depare la vida.
Bisavis
En este espacio de tan solo 28m2, Eduard Ros, su artífice, nos recibe siempre detrás de la barra. Realmente no tiene alternativa porque Bisavis es esto, al desnudo: una barra inspirada en las tabernas japonesas donde caben hasta doce comensales. Ros prepara los guisantes siguiendo normalmente esta fórmula: guisantes de mar i muntanya. Es así como nos encontramos o bien unos guisantes con butifarra del perol con ‘sepionetes’ o bien unos guisantes con butifarra blanca y ‘popet’. Ya ven, todo pequeñito pero muy matón.
Casa Amalia
Casi enganchado al Mercat de la Concepció, Casa Amalia es una de las referencias indiscutibles de casas de comidas en la Dreta de l’Eixample. La premisa de la casa es trabajar el producto de alta calidad en su momento más álgido (comprado en el vecino Mercat de la Concepció) y, coincidiendo con el momento dorado del guisante, en este restaurante podrás encontrar un canelón de brandada de bacalao con guisantes de Can Fisas y trufa. Brillante.
Haddock
Como el personaje homónimo de Tintín, este restaurante es entrañable por su fidelidad y su autenticidad a la cocina de toda la vida… además de por el amor que siente Franc Monrabà por la pimienta negra. Haddock presenta una cocina efectiva en su tradicionalidad, con mucho cuidado en su producto y, a la vez, informal a pesar de su grandeza. En carta podréis encontrar unos guisantes a la catalana con panceta y butifarra de aúpa. Una maravilla de texturas donde el crujiente de la panceta contrasta con la melosidad de los guisantes, subiditos de pimienta (¡claro!):picantito y aromático (pues tampoco faltaba la menta). Para repetir.
Windsor
Este restaurante de cocina catalana es la embajada en Barcelona de las jornadas gastronómicas del Guisante del Maresme, el homenaje que se merece y necesita un producto que reúne dos activos tan importantes como calidad y proximidad. De esta manera, Windsor tiene en su carta un arroz cremoso de guisantes, coliflor y pil-pil o un plato de carne de buey Angus con textura de guisante de 22 horas de cocción a 70º C que os harán tocar el cielo. Todo bajo los relieves y las lámparas centenarias de un edificio modernista.
Taberna Noroeste
El nombre de esta taberna, tripulada por Javier San Vicente y David López, ya da pistas: la unión del norte (la Galicia de San Vicente) y del oeste (la ciudad natal de López, Salamanca). Este es un lugar para comer tradición con una vuelta modernizada que vale mucho la pena. Un ejemplo de lo que hablamos son unos guisantes a la brasa con yemas de erizo gallego y alga codium de olé. Taberna Noroeste se convierte así en uno de los estrenos más prometedores de la ciudad. Un estreno en la misma ecuación de ambiente agradable y familiaridad que se respira.
L’Hisop
Después de veinte años de su inauguración y diez de su primera y única estrella Michelin, l’Hisop sigue siendo una de las referencias en la alta cocina barcelonesa. Su adalid en los fogones, Oriol Ivern, nos explica que aquí los platos de la carta nunca se repiten. Si vamos ahora, por ejemplo, nos encontramos unos guisantes ahogados con mollejas de ternera y una emulsión de anchoas. Pero si hubieramos ido el año pasado, el plato de guisantes era una tortilla con cardamomo negro y guisantes ahogados con tocino y butifarra. ¿Cuál devoramos antes? ¡Menudo dilema!
Si os gustan los productos de temporada de la huerta, no dejéis de consultar nuestra selección de los mejores platos con alcachofa. Daros prisa, ¡que está a la últimas en la temporada!