En el triángulo que une Pelai a Balmes y a Bergara encontrarás siempre un lugar donde desayunar a cuerpo de rey y reina con buen café de especialidad, así como platos únicos saciantes y sabrosos al mediodía.
Cuando La Esquina llegó a nuestras vidas (lo recogimos en nuestra segunda guía, en 2015), lo hizo con un concepto revolucionario de plato del día, una fórmula de plato único que incorporaba pequeñas raciones de hasta tres elecciones. Refugio hipsteriano, tenía como plus contar con un interiorismo cálido y un riquísimo café de especialidad servido por un barista, todo un rara avis por aquél entonces.
Todo establecimiento construído con concepto y seny sigue su evolución. La Esquina, en ese proceso, no se ha desprendido ni del café de especialidad ni de la comida sabrosa y reconfortante. Ha retocado el interiorismo, actualizándose sin perder su carácter, ha revisado su carta y ha mantenido esos desayunos copiosos (huevos Benedict, huevos Royal, bikini con pan payés con jamón dulce y queso gruyère o las tortitas esquineras con bacon, mascarpone y sirope de arce) que levantan el ánimo a cualquiera y propone unos mediodías de pit stop saludable, healthy y disfrutón.
La premisa de esta nueva andadura para los mediodías del renovado La Esquina está en los bocatas gourmet y las ensaladas. En su carta encontramos hasta 6 opciones de bocadillos suculentos con un especial cada mes, un Steak Tartar Roll que ahora mismo aún puede probar y también 4 ensaladas con su propuesta especial del mes. Saciar sin dejar embotado, alimentar sin excesos y buscar que un solo plato reconforte y recargue las pilas para seguir con el trabajo o los quehaceres que resten por hacer durante lo que quede del día.
Para ello, Marc Pérez ha pensado una carta que recoge guiños de otras culturas, todas ellas unidas por el Mediterráneo, buscando una esencia mid-east en platos que ya son populares en nuestra cultura contemporánea. Y está hecho, una vez más, con seny: este barcelonés de 27 años lleva tres años en la casa, el Grupo Pulitzer, ahora como chef ejecutivo. Ha trabajado anteriormente en el Fonda Gaig, el Sant Pau de Carme Ruscalleda o en el pop up que la chef hizo en el Odyssey de Joël Robuchon en Montecarlo y esa experiencia se refleja en la carta de La Esquina. En esos guiños, en ese ligero giro a los dulces especiados y en esos platos que son saciantes no solo por lo abundante sino por la compleja combinación de ingredientes. Y funciona.
Se nota en las croquetas de jamón, cremosas y suaves, y en las bravas y sus tres salsas (pimentón con fondo de pescado, allioli de ajo negro y ajo escaldado). Me he inspirado en la salsa del mítico Bar Bodegón de Ponferrada, donde se pueden comer las mejores bravas de España, asegura Pérez. Están tremendas, damos fe. Interesante la zanahoria asada con especias, miel, limón y romero, crème fraîche y semillas de calabaza garrapiñadas que se encuentra en el apartado de side dishes, junto a la croqueta y las bravas. Quizás un tanto dulzón en exceso, tiene matices que hacen de este plato un capricho que vale la pena probar.
Vamos ahora a por las ensaladas. Probamos dos: la Super Chicken (espinacas, pollo crujiente, tomate cherry, manzana asada, rábanos, nueces, pasas con vinagreta de miel) y La Top (hoja de roble fresca, aguacate, salmón, tomate cherry, huevo crujiente con vinagreta de eneldo y nueces). Ambas son copiosas, con ingredientes saciantes y combinaciones que apetecen mucho. Una buenísima manera de almorzar si se busca un plato único. Aunque para flechazo, el que hemos tenido con la Burger Berenjena con berenjena ahumada, salsa yakiniku, yogur con tahina y cilantro en pan brioche. Fácil de comer, es una explosión de sabor que no cansa, que te pide tras un bocado que el otro llegue rápido. El pan brioche es otro acierto porque redondea con el punto dulce a los sabores especiados y al suave ahumado que se percibe.
Nos tiramos de lleno a por los bocadillos gourmet y probamos con curiosidad su versión del Katsu Sando, emblema del street food nipón, con ventresca de atún, salsa casera, mayonesa japo y lechuga romana braseada en pan de molde (que según nuestra humilde opinión, tiene demasiado grosor). Pasamos a un bocadillo patrio, el de Calamares, y lo ovacionamos: calamares fritos, emulsión de furikake, cebolla crujiente, piparras y lechuga romana en pan brioche. Pídelo sí o sí. Por último, vamos a por el Steak Tartar Roll, el especial del mes con steak tartar con trufa, queso fundido, emulsión de yema y huevas de arenque en pan brioche estilo hot dog que si corres, aún puedas pillas y gozar.
Y vamos a por el dulcerio, un trío de ases de Cheesecake con ralladura de lima, la tarta de Marc, una tarta de calabaza sin azúcar (sí, sí, sin azúcar) con pipas crujientes y cremoso de mascarpone y el bocata gourmet con dulce de chocolate, crema inglesa y helado de haba tonka. Tres postres que siguen fieles a esta nueva dirección de La Esquina, clásico con twist y bien hecho.
Por supuesto, los zumos que tanta fama dieron a este santo lugar siguen disponibles, así como el café de especialidad. El ticket medio para el almuerzo, comedido: 22€/pax. Disfrutarás de La Esquina en la calle Bergara 2, todos los días de 8:30 a 17:30h. La Esquina regresa al mapa de lugares a frecuentar, y eso es toda una alegría. Pronto será tuya, te lo aseguramos.