Massimo Pignata lleva arraigado más de un decenio en Barcelona y de su mano los barceloneses hemos aprendido a valorar el puro gelato de Delacrem, el helado artesanal, y hemos educado nuestros paladares con sabores sorprendentes. Ahora el círculo de coherencia se cierra con DelaTerra, el sello que identifica aquellos sabores elaborados con productos de productores de proximidad.
¿QUÉ DEFINE A DELATERRA?
Massimo es un enamorado de nuestra tierra, y compra desde hace años productos de proximidad por convicción, por responsabilidad y por amor a la calidad. Como todo en él, que quienes le conocemos sabemos que un encantador despistado de mente rápida, la idea primigenia de DelaTerra surge hace unos dos años: compraba con regularidad la fruta y la verdura para elaborar sus helados en el Mercat de la Concepció. En una de sus paradas de confianza vio un distintivo en verde, similar al puntero de localización de Google y preguntó qué significaba. Resultó ser una forma de identificar qué productos de la parada eran de payeses locales.
Pensé… ¿Y si lo implemento en Delacrem?, explica Massimo. El respeto al producto y al trabajo de sus productores no sólo lo comparto yo como elaborador de helado artesano, mi cliente también tiene esta sensibilidad. Ahora ya es una realidad. DelaTerra no es ni una nueva marca ni un nuevo proyecto, es una forma para aportar visibilidad al producto y a sus productores. Por ello, cuando vayamos a sus dos locales en la calle Enric Granados o en Passeig Sant Joan y veamos que en la descripción de un sabor se indica un puntero verde con un icono de raíces sabremos que ese sabor es especial, que ese helado que compremos forma parte de una rueda de coherencia en la que todos salimos ganando: el productor, vendiendo directamente a Massimo, con precios decentes; el producto, porque se pone en valor, indicando su procedencia y por último, el consumidor, que apoya con el gesto de consumo a que productores y elaboradores puedan seguir viviendo de ello.
Estos productores son pequeños, casi artesanales, que como Massimo creen en el valor de su trabajo y que éste deja una huella de calidad en la alimentación de su clientela, y de paso en la cultura del producto local. Es un proyecto que muchos reconoceréis por tener una esencia muy afín al movimiento slow food, apunta Massimo, al cual respetamos y nos inspira. Así, los melocotones son del Ordal, la castaña cuya cerveza forma parte del helado de chocolate negro y cerveza de castaña la recolecta Quin en Viladrau, las aromáticas las provee una empresa de Manresa que apoya la reinserción social a través del trabajo y el algarrobo del Tarragonés es protagonista de la crema de algarrobo que produce Menjamiques.
Decimos que DelaTerra es un cierre de círculo y tiene todo su sentido: DelaTerra sería aún una idea si Massimo no hubiera abierto su Obrador en Passeig Sant Joan el año pasado. El Obrador es más que un centro de producción que complementa al pequeño obrador de la calle de Enric Granados, es un laboratorio creativo en el que Massimo experimenta y hace realidad no sólo los sabores que tiene en mente sino también los encargos que recibe de chefs y restauradores de toda España. Ese espacio le ha permitido refinar su idea de DelaTerra y hacerla realidad. ¿Cómo? En sus mostradores encontraréis más de un tercio de sabores sorprendentes con sello DelaTerra. Algunos refinan sabores existentes, otros crean combinaciones alucinantes y otros se han creado para y por Delaterra como el de manzanilla salvaje de Menorca con almendra. ¿Qué tal suena arándanos con abeto, remolacha con ciruela morada, higo Coll de Dama o uva Moscatell? Estos helados son todo un lujo sensorial que irán rotando según sus ingredientes estén en su momento óptimo de consumo o según Massimo descubra nuevas combinaciones.
A añadir a estas bondades, estos nuevos sabores con sello DelaTerra son en su mayoría veganos. Con ello, Massimo no sólo ofrece producto a una clientela que está buscando que no contenga lácteos sino que pueda gustar al más amplio espectro de fans de Delacrem. Resulta que al eliminar el lácteo, muchos sabores responden mejor en boca porque el producto tiene más protagonismo, explica Massimo.
Felicidades Massimo por esta apuesta. Hemos probado estos nuevos sabores y certificamos que además de sorprendentes, son una oportunidad para el consumidor para aprender sobre los productos de nuestra tierra, su origen y sus productores. Están desde ya disponibles en sus dos locales, ¡probad y contadnos!.