Tetere es sinónimo de pasión y compromiso. Tetere son Ambròs Genís y Jingjing Yuan y a ellos debemos agradecerles que hayan dedicado su vida al té, a su comercialización, venta y difusión. Desde Gràcia con amor, desde hace casi 15 años, venden té de excelente relación calidad-precio y sus accesorios en su tienda, y difunden su cultura en la tetería ubicada en el local contiguo, con el sugerente nombre de Tetereria. Con tres chocolates de Chocolates Torras bajo el brazo les pedimos que exploren con nosotros un maridaje desconocido: el té con chocolate. ¡Allá vamos!
¿QUÉ DEFINE UN MARIDAJE CON TÉ?
La verdad es que nos sentimos muy emocionados porque esta experiencia que han accedido a vivir con nosotros es una excepción, nunca hacen este tipo de maridajes. De hecho, para ellos, el té se toma “solo” y debe prepararse muy bien para no desmerecer su calidad. Nuestra fascinación crece por momentos y no podemos esperar a experimentar cuán perfecta es la unión del buen chocolate con el buen té.
Antes de empezar, partimos de una base, y es que el té contiene taninos y tres alcaloides, entre ellos la cafeína. Por lo tanto, nos sorprende conocer que la teína como tal no existe (pues es cafeína) y que el chocolate contiene cafeína, aunque a niveles poco remarcables. Por ello, decidimos ordenar esta experiencia maridando primero los chocolates con menos porcentaje de cacao e ir subiendo.
¿CÓMO MARIDAR LOS CHOCOLATES TORRAS CON TÉ?
El chocolate blanco tiene más porcentaje de grasa, de manteca concretamente, lo que nos conduce a pensar que aquellos tés más dulces como el té verde serán los indicados. Ambròs y Jingjing rápidamente apuestan por casar el chocolate blanco con pipas y flor de sal de Torras con el Genmaicha, un té verde de Japón muy tradicional que en origen lleva arroz tostado. Aprendemos en este primer maridaje que el té puede variar mucho en sabor de una primera infusión a una segunda, que el tiempo de infusionado debe ser muy poco… ¡y que el té se bebe aspirando en sorbos! En la primera infusión detectamos que ni la sal ni las pipas se notan en exceso, y que el punto salado aparece después, al probar el té antes que el chocolate. Pero cuando nos gusta más es en su segunda infusión, cuando se abre camino el matiz tostado, como de palomitas de maíz, muy suculento. Como mejor lo disfrutamos es tomando primero el té caliente para que caliente la boca y mordiendo un pedacito del chocolate a continuación: se deshace un poco y el té, sin perder un ápice de su carácter, hace que las notas tostadas acentúen el salado. Espectacular, empezamos bien.
El siguiente maridaje es claro para Ambròs y Jinjing: vaticinan que el chocolate orgánico con maca y jengibre de la gama Organic de Chocolates Torras armonizará con el té Dian Hong Golden Tips “de forma cojonuda”. Al contener unas notas a cacao muy marcadas, este chocolate que se matiza con la maca y el jengibre verá como el cacao se potencia con este té negro elaborado con brotes jóvenes del sur de China. Un té que es de alta calidad y muy apreciado. Todo un acierto: lo que fascina de esta combinación es que las notas a cacao se perciben no sólo olfativamente (con potencia) sino en boca, y el punch final que le da el picante del jengibre hace rebrotar el sabor a cacao. Fascinante. Hacemos hasta tres infusiones, y vemos que en la tercera es cuando su exponencial en intensidad es mayor y en esta ocasión, nos gusta más sorber el té después de comer el chocolate porque encuentras los pedacitos de jengibre en la lengua.
Y para finalizar subimos el porcentaje de cacao a un 79%, probando el chocolate negro Organic Bio de Chocolates Torras, un interesante producto sin azúcar y proveniente de cultivos sostenibles y orgánicos. La elección de Ambròs y Jingjing es un té oolong de A Li Shan, una zona montañosa de Taiwan, el Tie Guan Yin. Al ser de oxidación mediana y tostado final con carbón, sus notas cítricas y afrutadas contrastan con el chocolate, que es menos amargo de lo que nos esperamos. Nos parece todo un acierto, una combinación perfecta en toda regla.
Esta experiencia nos marca un antes y un después. En cierta manera, confirma aquello que Biel Jover ya nos avanzó cuando maridamos chocolate con vino, y es que se pueden hacer maridajes con todo, si están bien hechos… pero a su vez nos descubre que el té tiene muchos matices más allá de una categorización de té negro, oolong o verde, y si se toma con Ambròs y Jingjing, no sólo se disfruta, ¡se aprende! Les agradecemos mucho que se hayan dejado llevar por nuestra propuesta y sólo por esta vez, con el calor del verano dejándonos, hayan accedido a experimentar. No sabemos si es la cafeína, pero os aseguramos que este maridaje nos ha brindado muchísima felicidad, ¡probadlo sin duda!
