Antes de Madame Ramen, este local que se abre a la calle más trasnochadora y canalla del Raval Makinavaja albergaba un proyecto muy naïf, el Manolito, de bocatas en ambiente hipster desatado. Ahora, Madame Ramen busca todo lo contrario, y brinda homenaje a esas señoras casquivanas que, en algunos casos, han viajado incluso de género: Carmen de Mairena, Bibiana Fernández, Mónica (La Reina del Raval)… Y si nos preguntamos qué tienen en común con el ramen, os diremos que poco. Pero sí mucho con el espíritu iconoclasta de este lugar, que bajo la batuta de Fernando Abras ha encontrado su esencia más allá del ramen que indica su nombre.
Este local es divertido y su interiorismo cómodo. No hay ninguna pretensión gastro, sino más bien una búsqueda por ofrecer una cocina informal, rápida, de calidad, con ingredientes frescos y en muchos casos, elaborados en su cocina. Ejemplos (deliciosos) de ello son los udon del ramen y las gyozas, el kimchi fermentado o la limonada. Y damos fe que esta carta es variada: puedes probar “fueras de carta” curiosos como los torreznos de pulpo con salsa de romesco al kimchi, unas croquetas de shiitake espectaculares o unos gyoza mar y montaña suculentos.
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Fernando Abras, creador del concepto, viene avalado por una trayectoria brillante en Suculent y La Taverna del Suculent, desarrollando proyectos con Carles Abellán. Y (¡le cazamos!) para Madame Ramen ha desarrollado un inconsciente homenaje a su bagaje gastronómico, y sus raíces andaluzas. ¿Cómo os suena un ramen de soja al Jerez? Os aseguramos que es un caldo sabroso, con colágeno pero sin exceso, y muy equilibrado. Una receta que Abras ideó siguiendo sus recuerdos de infancia en Córdoba y ha ido perfeccionando de forma compulsiva hasta que el resultado ha sido el deseado.
Esta es, a nuestro juicio, la esencia de Madame Ramen: platillos asiáticos con el mimo al producto de la cocina andaluza. Y así es Fernando Abras, que se mueve como pez en el agua tanto en cocina como atendiendo en sala y cantando los platos. Fernando recibe y te sirve platos que unen sus dos pasiones, sus dos mundos. ¿Quizás sea el primer asiático-andaluz de Barcelona? A nosotros nos convenció.
Una buena opción de mediodía es su menú, que por 12,50€ te incluye un entrante, un ramen y un postre. Si se quiere cambiar el ramen por un poke (que no probamos pero tiene una pinta espectacular), súmese 1,90€. Cierra los martes pero, ¡ojo al dato!, tienen cocina ininterrumpida los fines de semana.