Uno de los locales canallas con más solera de Poble Sec, el Sasha Bar, se ha reinventado para acoger un monográfico de nachos, tacos y los mejores cócteles con base de tequila y mezcal de la ciudad a precios populares, sin perder un ápice de la atmósfera nocturna más divertida de la zona. Demos la bienvenida a Sasha Bar – No Hay Mañana.
¿CÓMO SE DEFINE SHASHA BAR – NO HAY MAÑANA?
El germen del nuevo Sasha Bar estaba en la cabeza de Leo Chechelnitskiy, su propietario, desde hace años: uno de los platos que marcó un antes y un después en los inicios del Sasha cinco años atrás fueron los nachos con salsa de queso trufado. Pronto decidió que ese plato sería el eje del futuro Sasha, pero con una clara máxima en su cabeza: “It’s not a Mexican Bar”: Sasha se inspira en esta cultura pero sin la intención de reproducir una taquería. La esencia del Sasha es desde siempre cambiante, versátil, camaleónica, como Leo. Por ello, en la nueva etapa del Sasha Bar – No Hay Mañana sigue esa línea: la única referencia que recordará a una taquería será la tortilla, base tanto de los nachos como de los tacos, pero no los rellenos, pura explosión de creatividad, de propuestas de autor con ingredientes, técnicas y combinaciones de sabores de aquí y allá.
Juguetones, los nachos y tacos del Sasha Bar – No Hay Mañana invitan a la sorpresa, a romper esquemas y a experimentar partiendo de una base de la cocina mexicana que es ya un icono, usándolo como base para construir nuevos platos únicos. La referencia a la gastronomía está, pero en boca todos sus platillos adquieren nuevo significado.
¿QUÉ COMER EN SHASHA BAR – NO HAY MAÑANA?
Sasha Bar – No Hay Mañana es el primer local especializado en nachos de Barcelona, con una propuesta de 5 nachos diferentes de base y 2 de sugerencias diarias, a destacar los sabrosos El Padrino, con base de salsa trufada, straciatella de burrata, nacho frito de maíz, tomate semi-seco, aceituna negra deshidratada, aceite infusionado de romero y albahaca fresca o su divertida versión más “de la tierra”, El pagès, con bechamel trufada, setas de temporada del Montseny y butifarra negra de pagès. Todos los nachos son de maíz 100% artesanal proveniente de la Tortillería La Antigua de Méjico, el único proveedor en Barcelona que las hace según la receta canónica, frescos del día.
El giro mexicano sigue en carta con 10 tacos creativos como el arrachera, con carne de vacío de ternera y foie casero; el japonés crudo, de steak tartar de lomo bajo, marinado asiático, mayo de wasabi y alga nori o el machote ibérico, lleno de carácter con rabo de ternera al vino tinto. Las tortillas usadas en nachos y tacos son de maíz, de las variedades blanco o azul, de procedencia mejicana, muy apreciada. Quienes disfruten de las salsas con personalidad, deben darle una oportunidad a cualquiera de las tres salsas caseras con diferentes niveles de picante: desde una suave First Date, subiendo el picante en No Hi Ha Ous y No Hay Mañana, la extra spicy.
La sección dulce, o como ellos dicen, el final feliz, es imperdible gracias a unos helados de sabores inéditos como el wasabi, el romero o el limón verde con jengibre confitado. Para los incondicionales del chocolate, sus trufas caseras con naranja hacen recorrer kilómetros.
La oferta de bebidas evidencia que éstas son su oro líquido: se deben probar las micheladas de barril o en botella sí o sí, receta secreta de la casa, elaborada con más de 20 ingredientes que imprimen un sabor sorprendente y único. Los cócteles, una de las bazas de la reputación del Sasha desde siempre, se mantiene en alza, con una carta de 11 divertidos cócteles con base de tequila y mezcal como el Maria La Diabla (tequila blanco, cherry licor, lima-limón, espuma de jengibre y albahaca negra), La Pantoja (sangría de tequila con mucha fruta, fresa, vainilla y cava) o el No Mames Wey (mezcal, leche de tigre y fruta de la pasión). Quien se espere la coctelería clásica mexicana también disfrutará de tres iconos como el Margarita, el Paloma o el Tommy’s Margarita. ¿El precio? Democrático: 7€ en su práctica totalidad.
Todo lo que venga de Leo Chechelnitskiy es para nosotros garantía de calidad. El Sasha originario ya nos encandiló con su coctelería premium que se elevaba a la enésima potencia acompañada de un aliado sólido natural: las elaboraciones crudas, encurtidas o marinadas en carne y pescado. Esa esencia evolucionó hacia la excelencia con la apertura de Babula Bar 1937, en el Eixample. Y es este justo momento en que un siempre inquieto Leo decidió que ‘el Sasha’, en la cresta de la ola, debía reinventarse, con la tranquilidad que Babula recogía su esencia y la llevaba hacia nuevos horizontes. Y la ha clavado. Su presente ahora es Traficantes de Harina, nacido como delivery para llevar a nuestras casas las mejores pizzas de la ciudad, junto a su partner in crime Martín Pimentel (que conocemos del V de Vermut). Pero ésta es otra historia.
En este cambio de rumbo de un mismo barco con un mismo capitán al mando se puede disfrutar de una experiencia mayúscula al minúsculo precio de entre 15 y 20€/pax por cabeza. Su horario es de miércoles y jueves, desde las 18 hasta las 2 de la madrugada; los viernes y sábado alarga su cierre hasta las 3 y los domingos lo acorta levemente, a la 1.
Si estáis por la zona y la noche os calienta, bajad unas calles, en la confluencia del Paral·lel con la calle Manso y gozad de otra imprescindible de la zona por su copeo y sus tapas, V de Vermut.