Que los vinos con la DO Costers del Segre son éxito asegurado en cualquier comida o cena lo sabemos todos. Que hay bodegas interesantes que los producen y crean, también. No obstante, nos hemos propuesto daros 3 únicas y poderosas razones para que dejéis que esos caldos conquisten vuestro corazoncito foodie:
- Son pioneros, y los que abren vía a golpe de machete son nuestra debilidad: esta DO que actualmente comprende Raimat, Segrià, Pallars Jussà, Artesa, Valls del Riu Corb y Les Garrigues fue el primer lugar catalán en el que se introdujeron nuevas variedades y se adoptaron técnicas revolucionarias de vinificación, tomadas del exitoso modelo californiano. Un brindis para el Ánima tinto y blanco, de Raimat.
- Porque tienen personalidad propia: su holografía interior, alejada del mar, convirtió a esa zona en un lugar outsider, alejado de las rutas comerciales. El carácter de sus vinos, creado por su clima, fue muy personal hasta que en 1986 las bodegas Raimat impulsaron la creación de la D.O para potenciar los vinos que en esa área se estaban produciendo, de extraordinaria calidad. Alzamos la copa con un Saó blanc de Mas Blanch i Jové.
- Porque tienen excelentes tintos, blancos y cavas que hacen llorar de felicidad: los tintos son potentes, equilibrados y estructurados gracias al cupaje de cabernet sauvignon, pinot noir, merlot y ull de llebre. Las mismas uvas se usan para su rosado. Combinaciones más tradicionales como las de macabeu, xarel·lo i parellada, o más innovadoras como las de chardonnay, sauvignon o riesling son la base de sus maravillosos blancos. ¿El cava? El rey al cual se destina la gran mayoría de la producción de uva blanca. ¿Un ejemplo? Taleia de Castell de l’Encús.
No somos expertos en vinos ni pretendemos serlo. El vino, como la buena comida, tiene un gran componente de seducción visual… que el paladar después confirma. En nuestro caso, una copa con cualquiera de estos vinos espectaculares no puede faltar en nuestras reuniones o en nuestras Foodie Pop Up Experience (nuestro amor eterno a Raimat, por acompañarnos).
Seguimos celebrando con vino y articulando reuniones en base a esa copa, generación tras generación. Por algo será.
© Fotos: Raimat