Bravas, mucho más que patatas. Aperitivo, entrante, merienda, picoteo… A todas horas y todo el año, las patatas bravas tienen su propia cultura y en Barcelona, hay sitios donde aprenderlo todo acerca de este plato que ya forma parte de nuestra tradición culinaria.
Lo primero que hay que saber es que la primera patata que te llevas a la boca siempre quema y da igual cuantas veces te haya pasado ya, porque parece que quemarse con la primera forma parte del ritual.
Lo segundo que hay que saber es que bravas hay muchas y de varios tipos: cortadas con distintas formas o condimentadas con diversas salsas (algunas veces secretas), pues cada establecimiento transforma la clásica receta según su propia visión.
Con esto claro y teniendo en cuenta que en Barcelona la creatividad es un ingrediente frecuente en toda cocina, veamos un Top 3 de bravas Barcelona que no dejan indiferente a nadie.
Bar Omar – La mar de Braves
Hablar de las bravas del Omar es hablar de una institución en lo que se refiere a patatas de la ciudad condal. ¡En este sitio no hacen patatas bravas, crean escuela! La elaboración que podéis encontrar ahora no es la misma que hace unos años ni seguramente la última que inventarán.
De hecho, ya le copiaron la salsa de zorza y alioli en varias ocasiones. Ahora, presentan su nueva edición, “La mar de Braves”, de la siguiente forma: cortan las patatas con piel y las someten a dos frituras (como los que saben), primero las pochan y después a alta temperatura.
Por último, y de gran importancia, la salsa o mejor dicho, las salsas. Un alioli de ajo asado y azafrán por un lado y una salsa roja hecha de sofrito de cabezas de gamba y picante, por otro. Sencillamente perfectas.
Si las lágrimas de felicidad te permiten seguir leyendo, ojo al precio: 3,5 €.
La Mundana – Bravas de La Mundana
Esta vermutería gastronómica del barrio de Sants ha sabido cómo hacerse un sitio entre los locales de platillos creativos de la ciudad, en muy poco tiempo. La suya es una propuesta de calidad en un entorno informal, liderada por dos chefs con recorrido e imaginación.
Sin duda, de entre sus elaboraciones hay una que no ha pasado desapercibida: las patatas bravas. Dos lingotes de patata dorada por fuera y cremosa por dentro (gracias a una buena dosis de mantequilla) servidos en un plato espolvoreado con pimiento. Cada lingote lleva encima ocho raciones de salsa en forma de gota, cuatro de ellas son alioli de ajo negro con tinta de calamar y las otras cuatro de color amarillo un poco anaranjado son salsa brava.
Decir de estas bravas que son tan buenas como fotogénicas pues es imposible no haberlas visto en la cuenta de algún foodie.
Por suerte los lingotes de patata cuestan menos que los de oro. 7,5 €/plato.
La Xarxa – Mini papas arrugás con mojo picón
Que sí, que no son bravas. Lo sabemos, pero leedlas e incluso probadlas antes de hablar. Estas mini papas al estilo canario se han ganado nuestro respeto desde el primer mordisco y es que no solo merecen competir en primera liga, sino que tienen suficiente carácter para estar en este Top 3 de patatas.
En La Xarxa se practica la cocina de mercado sin pretensiones y con ingredientes de máxima calidad. Para crear esta versión mini de la famosa tapa, el chef usa solo patatas Gwenne, provenientes de Francia. Tiernas, ligeramente saladas y muy cremosas, se trata de unas patatas que podrían servirse sin nada más que un chorrito de aceite de oliva y un poco de sal en escamas, pero que aún mejoran cubiertas con este mojo casero no muy picón pero si muy equilibrado. Esta exquisitez cuesta 6 €, pero vale mucho más.
Ahora ya solo falta que reunáis a la compañía adecuada para la ocasión y salgáis a saciar ese apetito de cultura brava que tanto os “pica” la curiosidad.