Desde noviembre del 2021 la familia de Asador de Aranda incorporó a sus locales de Avinguda Tibidabo (ubicado en una espectacular finca modernista), Pau Claris y Londres un nuevo hotspot en Avinguda Paral·lel. Más allá de la novedad de esta apertura, lo que realmente ha situado a esta nueva ubicación en el mapa disfrutón de la ciudad son las tortas. ¿Qué tienen estos bocadillos que son tan especiales y únicos?
Las tortas de Asador de Aranda
Empezando por el pan: la torta de Aranda o torta de aceite es un pan característico de Aranda de Duero que en Asador de Aranda han adaptado de forma artesanal para que su costra crujiente y miga sabrosa acoja los jugos de los guisos que tan famosa han hecho a esta cadena de establecimientos de gastronomía castellana.
Y acabando por los rellenos. No encontrarás en la ciudad otro bocadillo con la suculencia de estas tortas rellenas por el típico producto castellano, de lenta cocción en la tahona (horno tradicional de leña) y aderezado con salsas sabrosas e ingredientes frescos y crujientes.
Hemos acudido al local de Paral·lel, el único del grupo donde se pueden disfrutar las 5 tortas de su carta y no nos hemos podido resistir a disfrutar de los entrantes de la casa, una oda a la sencillez y al sabor del producto castellano. Empezamos, cómo no, por una deliciosa ensalada de tomate de sencillo aderezo, con bonito y cebolla fresca. Siguen las croquetas caseras, una maravilla de farsa de jamón ibérico y bacalao. Pero, admitámoslo, la tapa de morcilla de Burgos es siempre nuestra preferida. No hay otra igual en la ciudad.
Y al lío… Porque para decidir cuál es nuestra torta favorita tendremos que probarlas todas, ¿Verdad? Empezamos bien: la torta de jamón ibérico Guijuelo IGP cortado a mano, con su pan con tomate y aceite AOVE. ¿Cómo algo tan sencillo puede ser tan sabroso? Seguimos con la torta de lagarto ibérico, con pimientos escalibados en la tahona y queso de oveja trufado proveniente de pequeños elaboradores de Zamora. A continuación, la torta de cochinillo con rúcula, queso de oveja semicurado y cebollas encurtidas, una delicia en la que el ácido del encurtido contrasta con la jugosidad del asado.
Las dos siguientes son de traca: la torta de lechazo de asado lento con sus jugos (y lechuga para aportar frescor) y la torta de oreja de cerdo cocinada con alioli de pera, salsa brava y rúcula. Estas dos tortas son las que iniciaron el fenómeno y, probándolas, entendemos el porqué. Muy a favor juega el tipo de cocción en la tahona, pues los jugos que aporta son el mejor aderezo posible.
Ah, los postres. Una oda al postre clásico que nunca cansa y siempre apetece. Llevan en Asador de Aranda decenios, y es otra de las razones por las cuales disfrutar en Asador de Aranda, apetece. El pastel de queso, buenísimo; el milhojas de nata y crema, un espectáculo y el pastel húmedo de chocolate, una delicia. Dejad espacio para el orujo y las rosquillas de anís, ¡Avisado/a estás!
Y te preguntarás… Entonces, ¿Cuál es nuestra torta favorita? Hay división de opiniones, seamos sinceros, y la defensa de su favorita por parte de cada miembro del equipo ha sido férrea. Mejor si vas a probar y nos cuentas cuál es la tuya pero sí te podemos avanzar que entre la torta de oreja, de lechazo y de cochinillo ha estado discurriendo la discusión.
Otro punto a favor: el precio. Oscilan entre los 9 y los 12€, así que no imaginamos mejor plan para una comida o cena informal que acompañar un par de estas tortas con unas cañas bien fresquitas y un postre. Unos 15-20€ por persona, una ajustadísima relación calidad-precio para una experiencia que, insistimos, es única en Barcelona. De miércoles a domingo abren de forma ininterrumpida desde mediodía hasta medianoche. Los lunes y martes hacen turno partido: de 13 a 16h y de 20 a 24h. ¡Anímate y descubre uno de los mejores bocadillos de la ciudad!