Nos parecerá una afirmación algo boba, e incluso que está superada porque la aceptación de que el veganismo o la gastronomía vegetariana no es aburrido ya está en la conciencia de muchos. La gracia de Green Spot está en la vuelta de tuerca que se le ha dado al concepto, que sí fue pionero cuando se concibió hace 5 años: lifestyle, elegancia, técnica y platos tan apetitosos que hacen olvidar a los omnívoros que no hay proteína animal en los bocados. Mítica fue entonces la pizza negra y perdura en la carta como un imprescindible.
Como decíamos, la ubicación alarga el concepto en su esfera lifestyle y disfrutona: sin tener una sala interior muy amplia, ésta se expande al exterior con un extenso patio cómodo y tranquilo, con gran capacidad de comensales. En plena Diagonal es posible encontrar un remanso de paz. Y el servicio es ágil, con lo cual una comida tranquila pero sin alargarse en exceso no solo es posible, sino recomendable.
Empezamos con unas croquetas verdes con mayonesa de wasabi, crujientes y extremadamente sabrosas, con el punch del wasabi acertado. Seguimos con los dim sum de verduras al vapor y setas maitake, un bocado delicado que nos prepara para un gran plato que llega a continuación: la berenjena al horno con salsifis, anacardos y miso blanco. Decir que está bueno es quedarse corto, pues presenta además una sencilla complejidad que ensambla los sabores y las texturas, convirtiéndolo en un plato muy reconfortante y que sin duda ejemplariza la esencia de Green Spot.
Aplaudimos la llegada de la clásica pizza negra de calabaza con celeri, cebolla caramelizada, pistachos y queso de cabra. Aquí la gracia está en entender que esta pizza ni es ni busca ser una pizza italiana, donde la masa, su alveolado, cocción y sabor propio de una masa bien fermentada forma parte imprescindible de la ecuación. Aquí importa que el sabor sorprende y el aporte crujiente es el que todos valoramos de una pizza. La antesala a los postres, los tagliolini al limón con alcachofas y straciatella, buscan hacer lucir el producto de temporada. Fin de fiesta con un buen brownie con helado de avellana y un cheese cake de corazón cremoso.
Esta nueva ubicación está localizada en la Avinguda Diagonal 593, con la entrada en la calle Can Segalar. El ticket medio ronda los 35-40€ por persona y su horario es cada día de la semana de 13 a 17h y de 20 a 1 de la madrugada. Si aún no has probado Green Spot, hacerlo en esta localización será una buena puerta de entrada a su particular universo inclusivo. ¡Prepárate para disfrutar!