BAR BÀRBAR, Bocadillos y Bon Vivant

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Si hay algo que distingue a la nueva generación de jóvenes restauradores es que tienen muy claro lo que quieren y cómo lograrlo: buscan guiar a todos, incluso a los más rezagados, hacia una nueva visión gastronómica.

A menudo nos centramos tanto en los planes de Barcelona que olvidamos que hay vida más allá de las calles del Pla Cerdà. A pocos minutos de la ciudad de Gaudí, en Badalona, emergen propuestas frescas que consolidan a la ciudad como un destino ideal para los paladares refinados. La oferta es amplia y cuenta con el atractivo adicional de estar junto a la playa. Entre las nuevas aperturas destaca BAR BÀRBAR: una propuesta diferente, juvenil pero con madurez, que se presenta como una excelente excusa para disfrutar del vino natural. 

Bar bàrbar

De abogado a cocinero, y tiro porque me toca. Este es, a grandes rasgos, el cambio de vida que decidió tomar Adrià Sàbat Pérez. Su travesía en las cocinas empezó hace 4 años, cuando cogió vacaciones en el trabajo y decidió probar suerte en Copenhage. Sin saberlo, esa decisión marcaría el inicio de  su nueva vida. Entró por la puerta grande. En POPL Burger, de Noma, le brindaron la oportunidad de comenzar su andadura culinaria. Después, se trasladó a Ibiza para abrir Nudo, el nuevo restaurante de René Redzepi. Al terminar la temporada, y tras una experiencia interesante, regresó a Badalona con las ideas claras. Fue imposible resistirse al atractivo del local, y ahí surgió el momento que tanto tiempo estaba esperando: abrir su propio local. Dicen que la familia siempre tira, por eso para este proyecto, Sàbat contó con su primo Guillem Navarro Pérez, también cocinero, y, con la confianza familiar, el resto es historia.

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Sàbat tenía claro que quería introducir a la juventud al vino natural sin que tuviesen que dejarse un riñón. La carta refleja sus gustos personales y, en Badalona, siempre han tenido éxito los bocadillos y tostadas; no hay más que ver el éxito de Casa Vallès en el carrer de Mar. Además, se trata de una carta del viajero, ya que los bocadillos están inspirados en los países que ha visitado. Esta mezcla cultural es fruto de la influencia de sus jefes en Noma.

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La oferta es corta pero divertida. Entre los entrantes, con los que se te hace la boca agua tan sólo de imaginarlos, destaca el Pollo Karaage. La jugosidad de la carne hace magia con la crème fraîche, creando un círculo vicioso del que es difícil escapar. En este mar de sabores, también brilla la Bomba, originaria de la Barceloneta, que se integra muy bien con el resto de la propuesta gastronómica, con la salsa picante, acompañada de una salsa picante que puede considerarse un guiño al Dimoni de Badalona. Es una esfera perfecta que guarda un secreto en el interior, como un tesoro pirata.

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El bocadillo del Fried Chicken es otro de los imprescindibles. Tiene todo para triunfar: pollo rebozado, lechuga, pepino encurtido y gochujang. La carne es melosa y, cuando pegas un mordisco, no sabes si son lágrimas de felicidad o la sensación picante de la pasta de chile. ¿Lo mejor? Esta opción está disponible para veggies, con una  alternativa de seta rebozada. 

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Otro de los favoritos de la carta es el bocadillo vietnamita Bánh Mì, cuyo sabor es difícil de definir, ya que combina sabores que iluminan el paladar. La mezcla incluye la sensación picante de la sriracha, panceta de cerdo, cilantro y encurtidos caseros. Entre las propuestas para el postre, encontramos un polo casero, una alusión a la historia heladera de Badalona. Toda la carta está elaborada por los chefs Adrià y Guillem, salvo el pan, que lo compran en la reputada panadería Bertrán.

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BÀRBAR es un juego de palabras, y aquí hemos venido a jugar. Es un espacio tanto para amantes del vino natural como para aquellos que quieren adentrarse en este mundo ancestral. Aquí se puede disfrutar de una copa, cenar o simplemente conocer. Su bodega cuenta con una selección de vinos de entrada y otros más sofisticados, para todos los gustos.

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El ticket medio ronda los 20€ por persona, dependiendo de si se opta por copas, botella o comer. La moraleja es que BÀRBAR se establece como un lugar de referencia de la ciudad, rodeado de arte y botellas de vino natural. Una copa con amigos es sinónimo de felicidad, y el bar cumple con las tres B: bueno, bonito y Badalona. Así que, los primos Pérez os esperan de martes a sábado de 18 a 24h;  viernes y sábado también de 13 a 16h.

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