Hablar de Barcelona es hablar de mar, y en concreto del mar Mediterráneo y su genuino carácter que tanto influye en nosotros. Como en toda población costera, existe una fuerte y larga tradición marinera que tiene su cuna en el barrio de La Barceloneta y sus calles, antaño transitadas por comerciantes y estibadores del puerto.
Si hay algo por lo que estar realmente agradecido es por la exquisita cultura gastronómica que ha varado en nuestra costa. Esa rica herencia que tanto nos identifica y que tanto apreciamos.
Somos gente de mar tanto como lo somos de montaña, pues también está en nuestro ADN, y a la vez que hemos extraído lo mejor de las profundidades para incorporarlo en nuestra cocina, encontramos tierra adentro aquello más puro e inmutable que no precisa mejora alguna: el agua mineral.
En el tranquilo pueblo de Sant Aniol de Finestres, en pleno Parque Natural de La Garrotxa, se encuentra un manantial único por el que brota un agua de origen volcánico filtrada durante miles de años a través de estos gigantes de fuego, ahora dormidos. Su singularidad es tan grande como su prestigio en las mejores cocinas.
Volvamos a La Barceloneta para experimentar la mejor comida marinera de la mano de Sant Aniol y a través de los arroces, uno de los platos insignia de nuestras cartas.
La primera travesía que encontramos al salir de la playa es el transitado paseo marítimo que viaja del Puerto Olímpico al Puerto Viejo. En él se encuentra nuestra primera parada. El restaurante Barraca de Tribu Woki nos cautiva rápidamente por su fachada moderna, amplia y luminosa. Nos recibe una sala espaciosa con mobiliario cómodo que mantiene ese sabor a mar que tanto buscamos. Su especialidad en arroz queda clara en una carta donde encontramos cuatro tipos de arroces y tres distintas paellas.
Nos decidimos por el Arroz negro, la Paella de arroz bomba con calamar, pescado de lonja, “rossellones” y mejillones y el Arroz a banda con pulpo y “all i oli”. La primera impresión se confirma al llegar la comida. Se trata de una propuesta culinaria basada en un producto fresco y de calidad que encuentra el valor diferencial en la cuidada preparación y presentación. Sabores de siempre en formato gourmet. El maridaje elegido es el agua mineral natural de Sant Aniol, por ser el más natural y equilibrado.
Barraca es la lógica evolución de las antiguas fondas de pescados y mariscos que han convertido La Barceloneta en esta concurrida zona gastronómica durante siglos.
Nos adentramos en el barrio en busca de una propuesta a priori distinta pero con la misma esencia. En pocos minutos llegamos a Can Ramonet, restaurante histórico que abría sus puertas en 1753 y que cuenta con la estima del vecindario. Aquí encontramos lo opuesto a Barraca. Una fachada auténtica y unas puertas de madera con dos barriles que invitan a vivir la misma experiencia que se ofrecía a los marineros que aquí se reunían para comer. Una vez dentro, admiramos cada detalle de las ornamentadas salas. Recorremos todos los espacios y visitamos la tabernita y el altillo.
Nos sentamos carta en mano y echamos un ojo a los arroces. La selección es amplia y nos llaman la atención el Arroz meloso de rabo de ternera y salsa verde con mejillones por ser un “mar i muntanya”, así como el Caldoso de bogavante o el de “Espardenyes d’Arenys”.
Mientras esperamos, tomamos seis Ostras francesas de Sète y agua mineral wnatural con gas y sin gas, ambas presentadas en las nuevas botellas de Sant Aniol. El agua con gas, por su carácter, acompaña muy bien a la ostra y redondea los sabores.
La materia es buena y las raciones generosas. La atmósfera del local se transfiere también en la presentación de los platos que huyen de toda pretensión artística y solo pretenden convencer a los entusiastas de la buena mesa.
Salimos y mientras nos alejamos de esta institución pensamos en que ya no quedan restaurantes como este y que la modernidad le ha ido ganando terreno a la tradición. Es verdad, pero tambiénes cierto que por mucho que el formato cambie si el plato, los ingredientes y los sabores te conectan y te transportan al origen, a la tradición, nuestro legado está a salvo.
Si te has quedado con hambre y con ganas de más verano, descubre el sabor de la playa con la mejor selección de Chiringuitos.