28La barbacoa yakiniku es una técnica de cocción de parrilla muy popular en Japón, aunque es originaria de Corea. Esas parrillas pueden ser desde simples parrillitas con carbón de uso individual a tinglados más sofisticados como lo que hoy nos ocupa: en Ah-Un las encontrarás de resistencia eléctrica y encastadas en el centro de la mesa, con la parrilla engrasada para que la carne no se pegue.
Los coreanos emigrados a Japón después de la II Guerra Mundial popularizaron este tipo de cocción: primero a nivel doméstico, consumiendo aquellas partes del animal que los japoneses despreciaban, como la lengua de ternera, y más tarde en un incipiente negocio de restauración en el mercado negro. En la actualidad la barbacoa yakiniku cuenta con gran aceptación y es una de las experiencias gastronómicas de nivel que se ha de vivir si se visita Japón. Ya no es necesario desplazarse a la otra punta del globo porque Ah-Un no sólo presenta lo mejor de la carne a la parrilla y su cocción sino que lo ofrece a precios muy competitivos sin renunciar a la calidad.
Detrás de esta aventura, un nombre que seguro te suena: Takumi. En la actualidad tienen 5 locales especializados en ramen, yakisoba y tonkatsu. Antes de aterrizar en Barcelona, su chef propietario Haruhiko Saeki perfiló tener el mejor ramen-ya de Düsseldorf y cuando lo consiguió, su expansión a Barcelona fue otro de sus sueños cumplidos. Que no te extrañe lo de Düsseldorf: el distrito Little Tokyo en esa ciudad tiene una comunidad japonesa muy arraigada de más de 8.000 ciudadanos que ya cuenta con segundas y terceras generaciones allí. Conquistar Düsseldorf era una meta. En la actualidad, el ramen de Takumi y sus excepcionales fideos de Sapporo está considerado el mejor de Düsseldorf. Y como bien imaginas, el Ah-Un que aterriza en Barcelona ya se ha posicionado en los corazones y estómagos de los fans de Little Tokyo.
Sea como fuere, la llegada de Ah-Un abre un nuevo mundo a nuestros ojos. Asimilado el sushi y asimilado el ramen, la barbacoa yakiniku está llamada a ser nuestra nueva obsesión. Como la novedad es muy impactante, en Ah-Un han pensado diferentes opciones para esa primera experiencia: desde 4 menús exclusivos de yakiniku (cuyo precio varía según la cantidad de carne que se incluye) hasta menús degustación donde además de yakiniku, puedes probar otros platos iconográficos japoneses como el ramen, el sushi, gyoza, etc
En nuestro caso hemos optado un poco por todo: ampliar uno de los menús de yakiniku con algunas piezas de carne y disfrutar de otros platos elaborados con la especialidad de la casa: el wagyu. El wagyu en Ah-Un (Barcelona o Düsseldorf) es español excepto la carne que proviene de Miyazaki, Japón. El origen español tiene una doble vertiente: permite un ticket medio más barato sin renunciar a la calidad. El sr. Saeki probó wagyu australiano, argentino, chileno e incluso alemán y el mejor que probó proviene del norte de España.
Al lío: empezamos con gyoza de pollo, sushi de wagyu y kara-age como entrantes, seguido del menú Tokyo, uno de los menús de yakiniku. Todos los menús incluyen como acompañamientos la sopa miso, kimuchi (la versión japonesa del corano kimchi, algo más suave en su contraste entre salado y picante), ensalada aderezada y arroz blanco. En nuestra elección (Tokyo), las piezas de wagyu que se incluyen son entraña, espaldilla, aguja ibérica y se complementa con carne de pollo alimentado con maíz, una carne muy popular en cualquier yakiniku nipona.
El procedimiento es muy sencillo: poco antes de servir la carne, el personal de Ah-Un enciende la parrilla de manera que cuando las piezas crudas de carne llegan a la mesa, ya se puede empezar a cocinar. Cada uno lo prepara a su gusto y sólo se ha de tener en cuenta que quien adore la carne poco hecha debe dejarlo en la parrilla unos segundos. La experiencia es sumamente divertida, invita a comer pausada y relajadamente, disfrutando de la conversación y del alto nivel de torpeza que sin duda se luce. Nos animamos a probar la carne de wagyu de Miyazaki, extremadamente delicada y sedosa, con sus vetas de grasa marmoleada acariciando el paladar. Una maravilla. Seguimos con nuestro espíritu aventurero y probamos por primera vez la lengua premium de buey en el yakiniku y en el aburi de wagyu, ligeramente sopleteado, de carne firme y elástica. Nos retan a probar Spicy Pablo, uno de sus sushi más especiales elaborados con wagyu, jalapeño, pimiento chile, cebolla crujiente y espárragos trigueros. Sí, es spicy, pero en su justa medida: nos encanta.
Los postres, otro acierto: el famoso helado de té matcha y el helado de té negro de Takashi Ochiai. Redondo, ¡cómo no!. Salimos de Ah-Un con la sensación de haber vivido una primera experiencia fantástica y con curiosidad por saber qué nuevos platos podremos probar cuando regresemos. Y es una sensación muy placentera, porque siempre defendemos que la gastronomía es una manifestación cultural que enriquece, y en Ah-Un lo hemos percibido así. Aprender, disfrutar, experimentar… más que un vaticinio, es de lógica evidencia: por un ticket medio de 26,50€ que cuesta el menú mediodía, este yakiniku será la nueva sensación para el 2022. Ve y compruébalo… ¡Y cuéntanoslo!
Lo encontrarás en Balmes 55 y en su nuevo local en Mallorca 182 y abre todos los días de 13 a 16h y de 19 a 22:45h excepto martes, miércoles y jueves, que abre únicamente para servicio de cenas. Quién sabe… ¿Creará el sr. Saeki un Little Tokyo en el bajo Eixample?