La brasa no es sólo un método de cocción tradicional en nuestra cultura mediterránea, es toda una concepción gastronómica que va desde los restaurantes-masía de toda la vida hasta restaurantes donde articulan su carta exclusivamente alrededor de la leña, el fuego, el humo y ese sabor tan característico que solo la cocina con ascuas proporciona. Os proponemos restaurantes de brasa en Barcelona donde revivir comilonas proteicas a pleno rendimiento de sabor. ¡Vamos allá!
FAT BARBIES, UNA BRASA CANALLA
Aquí las brasas y el ahumado proporcionan el placer barbacoero extremo sin necesidad de desplazarte a los más auténticos USA. Todo en Fat Barbies gira entorno al humo, el fuego y las llamas y el resultado es un concepto desenfadado en el que la calidad despunta.
Siguiendo una filosofía slow food, la carta ofrece una variedad de productos sometidos a largos tiempos de cocción a temperaturas bajas, derivando en platazos como las costillas ahumadas con madera de olivo -melosas y perfectamente trabajadas, donde la carne se desprende con exquisita delicadez del hueso.
Sus entrantes, salsas y postres no quedan en un segundo lugar gracias un gran trabajo de selección de los mejores proveedores ecológicos y de proximidad. ¡Manos a la obra! Porque no vas a poder evitar comer con ellas.
SANTS ES CREMA, LA MEJOR BRASA EN SANTS
Brasa, parrilla o ahumado para definir este restaurante que es pura contundencia thrash metal. Sants es Crema es sin duda un restaurante de brasas de un autor que, además de haber trabajado en otros fogones de alta cocina, éstos han sido de varios países. Jordi Bernús ha regresado a casa y ha recopilado en formato carta aquello con lo que disfruta y sabe que nos hará gozar. Honesto, por supuesto, y valiente, porque desde su cocina vista verás un producto de lujo catar las llamas en su punto justo, y una sonrisa de anticipación te aflorará sin quererlo.
Un must, de aquellos que te marcan con fuego, el tuétano de hueso a la parrilla con erizo de caviar, un plato que no podrás ni querrás olvidar.
CALABRASA
En este restaurante en pleno Passeig del Born trabajan con un sencillo patrón: las mejores carnes, pescados y mariscos cocinados a la brasa de carbón de encina. Jesús Galán, chef de Calabrasa, escoge a diario la mejor materia prima para ofrecer una propuesta de temporada a un precio muy competitivo. Con tan solo un mes de vida ya se han convertido en una opción a tener en cuenta si se busca un restaurante especializado en brasa.
Dividida entre productos de tierra y los de mar puedes encontrar platos como los mejillones a la brasa con vinagreta de maracuyá, las alcachofas rellenas con paté, virutas de jamón de bellota y salsa de parmesano. Después nos dejamos deleitar con la lubina a la brasa y la chuleta de 800 gr. con 35 días de maduración. ¡Ojo! El cheesecake de Idiazabal es un imprescindible, uno de los mejores que hemos probado en la ciudad.
SPARK – Taller de Brasa
Y si subimos hacia el Eixample, otra buena opción es Spark – Taller de Brasa. Abierto en abril del 2017, su propuesta se apuntala en la brasa que emana de su Josper y, más concretamente en platos tradicionales catalanes que se fundamentan en éste como método de cocción. Toda una oportunidad para encontrar el concepto, el caliu y el producto de los restaurantes–masía en el centro de la ciudad.
Su gran atractivo es el productazo que usan, proveniente de La Boquería o del País Vasco (en el caso de los chuletones). El pescado también tiene su parcela, pero nosotros optamos por probar el codillo rustido (muy bien especiado y con las siempre agradables patatas fritas caseras de acompañamiento) y el asado de tira de corte argentino muy bien trabajado, con la grasa crujiente, acompañada de una escalibada con sabor a brasa. Todo un acierto, como los postres: un pecado gourmande clásico, el pastel casero de chocolate húmedo, y un surtido de quesos (ni más ni menos que 9 referencias de diferentes curaciones, de vaca, oveja y cabra, casi todos franceses).