Recetas tradicionales, toques de street food y cocina de autor, Kiu Nam es la historia de una de las primeras familias vietnamitas que llegó a España hace más de 40 años.
¿QUÉ DEFINE A KIU NAM?
Ly Kiu Sam, chef y cara del restaurante, nos explica cómo la vida la trajo a ella y a su familia a Barcelona, después de pasar por Pamplona y Madrid.
Apasionada por los platos de su país de origen y con el sueño de hacer descubrir la historia y los sabores de la cocina vietnamita a los barceloneses, Ly Kiu abrió hace 31 años Kiu Nam al lado de Hospital Clínic, en plena Eixample de Barcelona.
Originalmente, arrancó con elaboraciones chinas, con algunos toques viêt como los rollitos y el Phở. Sin embargo, hace más de 15 años, cuando la gente empezó a apreciar la gastronomía más exótica, propuso especialidades 100% suyas, hechas con ingredientes frescos y naturales. Y esta cocina es la que nos ofrece un viaje por los lugares más deliciosos del Sudeste Asiático.
Además, este rinconcito de Vietnam en Barcelona tiene todos los componentes para enamorar a cualquiera en un bocado: sabores caseros, raciones más que generosas y opciones veganas, vegetarianas y gluten-free
¿QUÉ COMER EN KIU NAM?
La carta de Kiu Nam es un recorrido por cultura viêt, con platos escogidos y renovados cada temporada, a través de recetas tradicionales del norte de Vietnam, con toques propios de la mano de Ly Kiu.
Podemos encontrar una interesante lista de entrantes para picar, desde edamame, nems y dumplings, hasta baos al vapor y gỏi xoài tôms.
En nuestra visita, probamos una selección de platillos entre los que no faltaron la yuca frita, los langostinos crujientes y los ligeros dumplings vegetales.
Nos sorprendió muy positivamente el hecho de que la yuca apareciera esta vez como finger food, frita y crujiente con un toque de sal y acompañada de salsa agridulce. Así es la versión vietnamita y mucho más sexy que la que conocemos como parte de guisos o hervida. Otro plato que nos hizo volar fueron los langostinos, por el sabor tostado de los noodles y su textura: crujientes por fuera y tiernos en su interior.
Cuando entramos en los principales, vimos que cuentan con las magníficas propuestas típicas de la cocina clásica: bowls de carne con opciones para combinar con otros ingredientes, donde los veganos no faltan y tampoco las emblemáticas sopas Phở.
Nosotros degustamos la Phở de ternera, que además de abundante y casera, es súper aromática y resulta de lo más reconfortante para cuando llega el frío.
También tuvimos la ocasión de probar el combo bowl vegan, que está compuesto de verduras al curry con leche de coco y cacahuete, rollos vegetales, arroz, lechuga y zanahoria. Esta opción funciona perfectamente como plato único.
Mucho a nuestro pesar, tuvimos que dejar el Phở Tron para otra vez. Ly Kiu nos confesó que es uno de los platos vietnamitas más originales, ya que se trata de un Phở removido cambiando el caldo por salsa. No hay dos iguales, ya que cada restaurante lo hace un poco a su manera. Podríamos decir que pasa lo mismo que con la salsa de las bravas aquí.
Llegó el turno de los postres y decidimos acabar por todo lo alto con un helado frito con miel delicioso y una perlas de tapioca con leche de coco, ambos platos caseros, frescos y dinámicos. Los recomendamos muy mucho.
Por supuesto, no nos fuimos sin antes probar el café vietnamita, y lo que es más importante: el ritual que conlleva.
La preparación de este se remonta al siglo XVIII, cuando los colonos franceses y holandeses ocuparon las tierras de Vietnam. Como si de un té se tratara, se prepara una cafetera individual para cada comensal del tamaño justo para una única taza. La cafetera se coloca sobre la taza y el café se prepara por infusión.
Para contrarrestar la intensidad y el cuerpo del café, se suele tomar con leche condensada. Dulce y equilibrado. Un vicio que vamos a repetir seguro.
Por ahora nos despedimos de Kiu Nam, pero estamos muy seguros de que es un hasta luego, porque ya tenemos ganas de volver. Y si nos dejan, tiraremos de su fabuloso servicio de take away y delivery.